Se le llamaba periodismo. Los gurús de la profesión (Inda & Marhuenda) han publicado antes de terminar el partido la crónica del encuentro afirmando que el Barça había quedado eliminado por el PSG. ¿Motivo? ¿Ser los primeros? ¿Ganar más audiencia?
A principios de abril de 2015, un vecino del pueblo argentino de San José de Balcarce encontró el cadáver de José Alberto, un agricultor local de cincuenta y ocho años, desnudo y abrazado a un espantapájaros al que había añadido un tubo de plástico como simulacro vaginal. Así llegó el pobre hombre a la efímera fama de la viralidad internáutica, con centenares de diarios online titulando con alguna variante de: «campesino fallece al fornicar con un espantapájaros». Nacer, crecer y reproducirse para luego al morir ser motivo de clickbait.
El horno no está para bollos y la Casa Real, de nuevo, ha vuelto a cometer un desliz imperdonable. Mientras que el Estado esgrimía como dogma la inviolabilidad de la imagen del Rey contra las protestas de la CUP, la princesa y la infanta estuvieron cerca de decapitar la imagen de su padre mientras jugaban en el salón.
Agentes del Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas (GOIT) de la Policía Nacional han detenido esta tarde a un terrorista que pretendía atentar contra Mariano Rajoy y acabar con el Gobierno de España mediante la publicación de un mensaje en la red social Twitter. “Lo detuvimos cuando estaba a punto de darle al botón de publicar, apuntaba directamente al presidente”, informan las autoridades.
Como hemos visto en nuestro pequeño relato de sci-fi introductorio, una de las consecuencias del mind uploading será el aumento exponencial de inteligencia. No estoy seguro si los nuevos seres digitales decidirán destruirnos o tomar el mando del planeta, tal y como concluye el relato, o si serán una bendición para la humanidad. Seguramente, como todo gran cambio tendrá su lado positivo y su reverso tenebroso.
Normalmente cuando una persona está bajo una situación de tensión, la reacción suele ser perder el control. Nervios, ansiedad y otras variedades de desequilibrio psíquico que nos hacen perder la perspectiva de poder sobreponernos. Ante estas circunstancias, el profesor Ulises Flynn solía reaccionar de manera totalmente opuesta. No es que fuese un hombre fuera de lo común. Simplemente estaba acostumbrado a vivir este tipo de trances de manera muy habitual por lo que su organismo se reactivaba para buscar cuanto antes una salida.
En 1972 un antiguo peluquero de Queens, un asistente de cámara, un ayudante de producción de origen judío en estado de excitación permanente, un chuloputas llamado Chuck y una chica llamada Linda Boreman aterrizaron en la ciudad de Miami y se dirigieron al motel The Voyager, en Biscaine Blvd. Allí se encontraron con un tipo llamado Lenny Camp que debería …