Parece mentira que después de que sea vox populi el hecho de que la gente que tiene pasta en este país se la lleva calentita al extranjero sin tributar a través de mecanismos de corrupción legal e ilegal, y ésta sea una de las principales causas de nuestra situación actual de precariedad, el electorado no haya sido capaz de reaccionar cerrado filas para rechazar semejantes prácticas de manera unánime, y, en un considerable porcentaje, se haya vuelto a dejar engañar. Parecen ignorar que la corrupción es diametralmente opuesto al concepto mismo de democracia.
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