Te pasas de 8 a 10 horas en el trabajo, que por mucho que te guste lo que haces, terminas cansado y algunos días hasta las narices. Llegas a casa y tienes a los niños dando guerra y a la mujer dando por culo. Pones la tele y todo son guerras, subida de precios y políticos odiándose vilmente. Y de cena, las sobras recalentadas de ayer o un precocinado porque estás cansado y no quieres cocinar, ni tu señora tampoco.
Y ahora dime que no debo consumir drogas.