#1 Dice el que atiende que está un poco cansado de que vayas cada dos por tres para, al final, marearlo con preguntas* y no terminar de apuntarte.
(*)
- ¿Cuanto dice que se paga al mes? ¿Euros, no? No, digo, no vayan a ser pesetas. Mmhhh, ¿y no puedo pagar por los días que venga?
- Si me lesiono o algo, ¿puedo dejarle el carnet a un amigo?
- Si voy a una máquina y veo que hay sudor de alguien que la ha usado antes, ¿que puedo hacer?
- Mire, éste es mi chandal de siempre, ¿lo ve? Azul marino con dos líneas blancas en el costado, ¿puedo venir con éste? Es que si me agacho enseño la hucha, ¿es eso un problema? Es que a ver si para venir a este gimnasio, que es de barrio, me voy a tener que comprar uno nuevo de Cristiandió o de Naike o algo así, oiga.
- ¿Si no uso nunca la ducha no puedo tener un descuento? ¿Sabe qué pasa? Que soy muy maniático para algunas cosas, eso de estar en toalla, en casa.
- He visto que tienen esas cintas donde correr o caminar, ¿se puede ajusta la velocidad? ¿Viene la de trote cochinero? Es que es la que a mí me gusta, ni muy rápido, ni muy lento.
#5 Hace bien en preguntar, lo de los gimnasios está muy sobrevalorado y te juegas el tipo; en mi último intento de probar uno de estos lugares del averno le especifiqué al monitor que yo siempre había hecho mucho deporte (aunque en ese momento llevaba algún tiempo de vago, por eso quería probar) y sobre todo que nunca (NUNCA) había utilizado aparatos de gimnasio. El resultado fue que tras la primera sesión me tiré una semana pidiendo ayuda para quitarme la camiseta ya que era absolutamente incapaz de moverme sin que doliese. Resultado: no volví y me dediqué a los ejercicios que había venido haciendo de siempre por mi cuenta, con mejores resultados .
#6 Yo hacía gimnasia de la que hacíamos en el colegio: saltos, sentadillas, abdominales, flexiones, y estaba muy en forma. A veces usaba unas pesas de 10 kilos, pero poco. Luego ya me eché novia y ahora sólo salgo a andar por no escucharla un rato.
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- ¿Cuanto dice que se paga al mes? ¿Euros, no? No, digo, no vayan a ser pesetas. Mmhhh, ¿y no puedo pagar por los días que venga?
- Si me lesiono o algo, ¿puedo dejarle el carnet a un amigo?
- Si voy a una máquina y veo que hay sudor de alguien que la ha usado antes, ¿que puedo hacer?
- Mire, éste es mi chandal de siempre, ¿lo ve? Azul marino con dos líneas blancas en el costado, ¿puedo venir con éste? Es que si me agacho enseño la hucha, ¿es eso un problema? Es que a ver si para venir a este gimnasio, que es de barrio, me voy a tener que comprar uno nuevo de Cristiandió o de Naike o algo así, oiga.
- ¿Si no uso nunca la ducha no puedo tener un descuento? ¿Sabe qué pasa? Que soy muy maniático para algunas cosas, eso de estar en toalla, en casa.
- He visto que tienen esas cintas donde correr o caminar, ¿se puede ajusta la velocidad? ¿Viene la de trote cochinero? Es que es la que a mí me gusta, ni muy rápido, ni muy lento.
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Escaleras dicen...
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