Ha sido en el colegio del opus masculino de Murcia. Dos amigos míos estudiaron allí y dicen que el nivel de violencia es extremo. Principalmente entre alumnos (con el amparo de los profesores, que se lavan las manos y les dicen que si les pegan deben defenderse como hombres) pero también de profesores a alumnos (un amigo mío vio a un profesor abofetear a un compañero en clase, aparte de tirones de orejas, empujones, pescozones…).
De gatos, gatitos, decimos en mi pueblo.