Odio con vehemencia los experimentos genéticos. Con lo bien que estábamos con la viruela o la polio.
Durante el principio de la pandemia me lo pasaba en grande paseando por las plantas de diferentes especialidades llenas a rebosar de gente agonizando con los pulmones al borde del colapso. El sonido es como un gorgorito que cualquier pájaro envidiaría y que aún no me deja dormir por las noches. Son mocos y basura que suben y bajan por las vías aéreas con un sonido muy característico. Como pasear por un campo lleno de estorninos.
También recuerdo cuando comenzamos a pronar gente en las UCIS, un experimento como otro cualquiera. Con gente más muerta que viva y a la que aplaudíamos y abrazábamos si remontaban y se iban de alta a planta. Suerte que con los disfraces NBQ no nos veían llorar.
Entiendo que haya quien disfrute los gorgoritos y el ejercicio físico que haces pronando, pero si convierto el tema en un dilema tengo clara, clarita mi elección. Me tengo que joder con que los laboratorios se enriquezcan con mi salud.
Y recuerden señores que los niños son transmisores y hacen cosas de niños, no se les puede pedir mucho. Ah, e invito a mis amigos antivacunas a pronar gente, que siempre es divertido y cardiosaludable.
7k 145
Hemos deshabilitado la autenticación con Facebook. Si entras a Mediatize con una cuenta de Facebook, lee esto.
Durante el principio de la pandemia me lo pasaba en grande paseando por las plantas de diferentes especialidades llenas a rebosar de gente agonizando con los pulmones al borde del colapso. El sonido es como un gorgorito que cualquier pájaro envidiaría y que aún no me deja dormir por las noches. Son mocos y basura que suben y bajan por las vías aéreas con un sonido muy característico. Como pasear por un campo lleno de estorninos.
También recuerdo cuando comenzamos a pronar gente en las UCIS, un experimento como otro cualquiera. Con gente más muerta que viva y a la que aplaudíamos y abrazábamos si remontaban y se iban de alta a planta. Suerte que con los disfraces NBQ no nos veían llorar.
Entiendo que haya quien disfrute los gorgoritos y el ejercicio físico que haces pronando, pero si convierto el tema en un dilema tengo clara, clarita mi elección. Me tengo que joder con que los laboratorios se enriquezcan con mi salud.
Y recuerden señores que los niños son transmisores y hacen cosas de niños, no se les puede pedir mucho. Ah, e invito a mis amigos antivacunas a pronar gente, que siempre es divertido y cardiosaludable.