La entrevista es desgarradora y tiene de todo, de todo lo malo, me refiero. Enumero a vuela pluma algunas de las cosas que más me han llamado la atención:

- desconocimiento por los participantes de los riesgos a los que se exponían (ni que los supieran antes del ensayo por su cuenta, ni que se los comunicase Pfizer).
- encubrimiento de su caso por parte de Pfizer (y parte de responsabilidad tiene la F. D. A.), de manera que falsea los datos de su ensayo, así es normal que les salgan con resultados tan positivos, ¿verdad?
- desatención de la paciente por parte de Pfizer y de su médico, que todos nieguen que la reacción haya sido causada por la vacuna (a quien haya visto Vaxxed le sonará este tema).
- expulsión y censura en las redes sociales, tener que soportar a gente desconocida que te acuse de estar engañando o que te ataque, ser etiquetados de "teóricos de la conspiración" por el simple hecho de dar su testimonio.
- el sentimiento de haberse sentido engañados y luego desatendidos (y suerte que su seguro médico está corriendo con los gastos, que eso es causa habitual de ruina económica y vital, incluso suicidios, en EE. UU.).
- y todo para probar una vacuna especialmente innecesaria en ese grupo de edad (es que ni siquiera se trata de algo necesario, indispensable, un gran avance de la Humanidad por el que valga la pena arriesgarse, no), pero que a algunos les va a reportar/seguir reportando una enorme ganancia económica.

En fin, muy triste. En lugar de pararse el desarrollo de esta vacuna, como mínimo, y en todo caso estudiar a fondo qué ha pasado para reformularla o poder cribar los pacientes para evitarla en algunos, pues no: aquí no pasa nada, lo que recibe esta familia es ostracismo porque el show business must go on.
Trust the science!