Siempre pensando más en uno mismo que en el prójimo, y en los problemas que a nivel de conciencia nos crea ciertas cuestiones por motivos religiosos o culturales sobre todo. Dar fin a una vida que ya no es vida, y que el paciente pide a gritos es un acto de bondad, no un crimen contra la humanidad. En fin, respeto la libertad de poder elegir esa opción de la objeción de conciencia.
Lo que ocurre es que, como dice en el artículo el de Derecho a una Muerte Digna, no es un problema de conciencia en muchos casos. Al menos este representante del DMD es razonable y coherente; las primeras declaraciones de DMD tras la muerte de una paciente en Zaragoza fueron muy capciosas. El problema es que DMD, a cuyos actos cuando vivía Luis Montes fui más de una vez, se ha infiltrado mucho por los politiqueos de turno y, a veces, parece más una secta que una ONG de ayuda
La mayoría de los profesionales sanitarios están por el derecho a la eutanasia.
Pero quieren que dicho derecho sea regulado en un marco legal que les dé seguridad.
Y, en este caso, la Ley es una chapuza, aprobada con prisas para llegar a tiempo a un plazo que los políticos habían comprometido; no se consensuó con los profesionales que la tienen que aplicar, no se escuchó a los expertos en bioética, y así ha salido.
En el caso concreto de la mujer que se suicidó en Zaragoza, se miente cuando se asegura que no se tramitó la solicitud. Estaba tramitada desde el centro de salud, y se estaba en proceso de valoración. Es un caso mucho más complejo de lo que se ha publicado en la prensa.
Si ha aumentado tanto desde entonces la objeción de conciencia (se ha duplicado en tres semanas) es porque la sensación que ha trascendido a los profesionales es que las solicitudes de eutanasia deben ser aceptadas sí o sí si no quieres verte en problemas con los partidarios de la eutanasia. Pero, claro, también puedes ser demandado por algún familiar que no esté de acuerdo con ella, por "asesinato".
Y no son los únicos problemas, aunque sí los más graves.
Para que os hagáis una idea, la Ley dice que el médico responsable debe acompañar en todo el momento al paciente. Técnicamente, eso quiere decir que el médico de familia o médico especialista que sea "responsable" del proceso, tendrá que estar disponible para realizar personalmente la eutanasia, sea en el domicilio del paciente o en el hospital (donde elija el paciente) y sea en un día entre semana, sábado, domingo, tarde o noche. Aunque os parezca imposible, al menos en Aragón y hasta el 8 de Noviembre no se había contemplado un mecanismo de compensación por el exceso de horas en horario nocturno o fin de semana, ni un mecanismo para que los profesionales de medicina o enfermería dispongan de unas horas de descanso al día siguiente (¡joder, que no es extender una receta, es poner fin a la vida de una persona!). Lo sé porque, justo el 8 de Noviembre, participé en una reunión organizativa y fui yo, con otro compañero, quien lo expusimos.
A quienes hicieron la Ley les pareció que con decir "El paciente tiene derecho" ya todo el mundo renunciaría, no sólo a sus ideas de conciencia, sino a su seguridad legal, a sus propios problemas de salud mental (ya te digo yo que ser "el puntillero" del equipo de salud puede tener problemas serios de ansiedad. Joder, hasta los oficiales que daban el "tiro de gracia" en las ejecuciones eran rotados para evitar ansiedad - depresión)
La gente, claro, viendo el percal, ha optado por quitarse de problemas negándose a participar.
Si hubieran visto con una mínima atención "El verdugo" de Berlanga lo hubiesen previsto
2k 60
Hemos deshabilitado la autenticación con Facebook. Si entras a Mediatize con una cuenta de Facebook, lee esto.
Lo que ocurre es que, como dice en el artículo el de Derecho a una Muerte Digna, no es un problema de conciencia en muchos casos. Al menos este representante del DMD es razonable y coherente; las primeras declaraciones de DMD tras la muerte de una paciente en Zaragoza fueron muy capciosas. El problema es que DMD, a cuyos actos cuando vivía Luis Montes fui más de una vez, se ha infiltrado mucho por los politiqueos de turno y, a veces, parece más una secta que una ONG de ayuda
La mayoría de los profesionales sanitarios están por el derecho a la eutanasia.
Pero quieren que dicho derecho sea regulado en un marco legal que les dé seguridad.
Y, en este caso, la Ley es una chapuza, aprobada con prisas para llegar a tiempo a un plazo que los políticos habían comprometido; no se consensuó con los profesionales que la tienen que aplicar, no se escuchó a los expertos en bioética, y así ha salido.
En el caso concreto de la mujer que se suicidó en Zaragoza, se miente cuando se asegura que no se tramitó la solicitud. Estaba tramitada desde el centro de salud, y se estaba en proceso de valoración. Es un caso mucho más complejo de lo que se ha publicado en la prensa.
Si ha aumentado tanto desde entonces la objeción de conciencia (se ha duplicado en tres semanas) es porque la sensación que ha trascendido a los profesionales es que las solicitudes de eutanasia deben ser aceptadas sí o sí si no quieres verte en problemas con los partidarios de la eutanasia. Pero, claro, también puedes ser demandado por algún familiar que no esté de acuerdo con ella, por "asesinato".
Y no son los únicos problemas, aunque sí los más graves.
Para que os hagáis una idea, la Ley dice que el médico responsable debe acompañar en todo el momento al paciente. Técnicamente, eso quiere decir que el médico de familia o médico especialista que sea "responsable" del proceso, tendrá que estar disponible para realizar personalmente la eutanasia, sea en el domicilio del paciente o en el hospital (donde elija el paciente) y sea en un día entre semana, sábado, domingo, tarde o noche. Aunque os parezca imposible, al menos en Aragón y hasta el 8 de Noviembre no se había contemplado un mecanismo de compensación por el exceso de horas en horario nocturno o fin de semana, ni un mecanismo para que los profesionales de medicina o enfermería dispongan de unas horas de descanso al día siguiente (¡joder, que no es extender una receta, es poner fin a la vida de una persona!). Lo sé porque, justo el 8 de Noviembre, participé en una reunión organizativa y fui yo, con otro compañero, quien lo expusimos.
A quienes hicieron la Ley les pareció que con decir "El paciente tiene derecho" ya todo el mundo renunciaría, no sólo a sus ideas de conciencia, sino a su seguridad legal, a sus propios problemas de salud mental (ya te digo yo que ser "el puntillero" del equipo de salud puede tener problemas serios de ansiedad. Joder, hasta los oficiales que daban el "tiro de gracia" en las ejecuciones eran rotados para evitar ansiedad - depresión)
La gente, claro, viendo el percal, ha optado por quitarse de problemas negándose a participar.
Si hubieran visto con una mínima atención "El verdugo" de Berlanga lo hubiesen previsto