Para los que no creemos en seres mitológicos (ni santos, ni dragones), esto nos parece una auténtica vergüenza. Podían haber puesto una jeringa, una enfermera, una médico, un microscopio, pero no, ponen un santo. Así de aconfesional es nuestro Estado, y el PSOE de León.
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Podrías ser peor, mucho peor, infinitamente peor, como el zurullo de Madrid.