El propósito jurado de la FDA es proteger la salud pública, garantizarnos que todos los medicamentos que se comercializan son seguros y eficaces gracias a ensayos científicos acreditados. Sin embargo, una y otra vez, la agencia ha demostrado estar dispuesta a mantener a los científicos, a los médicos y al público en la oscuridad sobre los incidentes en los que esos ensayos científicos resultan ser menos que reputados. Lo hace no sólo con un silencio pasivo, sino con un engaño activo. Y a pesar de que se le ha llamado la atención en numerosas ocasiones a lo largo de los años por su mal comportamiento, incluso por parte de algunos miembros del Congreso muy enfadados, la agencia se resiste obstinadamente a cambiar. Es una señal de que la FDA está profundamente capturada*, atraída firmemente a la órbita de la industria farmacéutica que se supone que debe regular. Ya no podemos esperar que la situación mejore sin una acción firme del poder legislativo.
La FDA quiere que usted crea que sus funcionarios tienen el mejor interés para el público. La justificación sólo por la fe puede estar bien como doctrina religiosa, pero no es una buena base para garantizar la seguridad y la eficacia de nuestros medicamentos. Después de todo, el objetivo de la medicina basada en la ciencia es evitar que tengamos que hacer un acto de fe cada vez que nos tragamos una píldora.
(*) Yo lo traduciría por "controlada". La "captura regulatoria" ( conciseencyclopedia.org/entries/regulatory-capture/ ) es un término que expresa el fraude que se produce cuando un organismo público que regula un sector se ve influenciado (o más que eso, incluso puede ser infiltrado) por aquellos (empresas, normalmente) a los que, en teoría, debería controlar (regular sus actividades), de forma que se pervierte su función original: sus intereses dejan entonces de ser los asignados (intereses públicos) para ser los de las empresas que la controlan clandestinamente (incrementar sus beneficios, normalmente). Es una de las formas que puede adoptar el fenómeno de la corrupción.
Texto original:
The sworn purpose of the FDA is to protect the public health, to assure us that all the drugs on the market are proven safe and effective by reputable scientific trials. Yet, over and over again, the agency has proven itself willing to keep scientists, doctors, and the public in the dark about incidents when those scientific trials turn out to be less than reputable. It does so not only by passive silence, but by active deception. And despite being called out numerous times over the years for its bad behavior, including from some very pissed-off members of Congress, the agency is stubbornly resistant to change. It’s a sign that the FDA is deeply captured, drawn firmly into the orbit of the pharmaceutical industry that it’s supposed to regulate. We can no longer hope that the situation will get better without firm action from the legislature.
The FDA wants you to take it on faith that its officials have the public’s best interest at heart. Justification through faith alone might be just fine as a religious doctrine, but it’s not a good foundation for ensuring the safety and effectiveness of our drugs. After all, the whole point of science-based medicine is to keep us from having to make a leap of faith every time we swallow a pill.
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Traducción de Deepl.com:
El propósito jurado de la FDA es proteger la salud pública, garantizarnos que todos los medicamentos que se comercializan son seguros y eficaces gracias a ensayos científicos acreditados. Sin embargo, una y otra vez, la agencia ha demostrado estar dispuesta a mantener a los científicos, a los médicos y al público en la oscuridad sobre los incidentes en los que esos ensayos científicos resultan ser menos que reputados. Lo hace no sólo con un silencio pasivo, sino con un engaño activo. Y a pesar de que se le ha llamado la atención en numerosas ocasiones a lo largo de los años por su mal comportamiento, incluso por parte de algunos miembros del Congreso muy enfadados, la agencia se resiste obstinadamente a cambiar. Es una señal de que la FDA está profundamente capturada*, atraída firmemente a la órbita de la industria farmacéutica que se supone que debe regular. Ya no podemos esperar que la situación mejore sin una acción firme del poder legislativo.
La FDA quiere que usted crea que sus funcionarios tienen el mejor interés para el público. La justificación sólo por la fe puede estar bien como doctrina religiosa, pero no es una buena base para garantizar la seguridad y la eficacia de nuestros medicamentos. Después de todo, el objetivo de la medicina basada en la ciencia es evitar que tengamos que hacer un acto de fe cada vez que nos tragamos una píldora.
(*) Yo lo traduciría por "controlada". La "captura regulatoria" ( conciseencyclopedia.org/entries/regulatory-capture/ ) es un término que expresa el fraude que se produce cuando un organismo público que regula un sector se ve influenciado (o más que eso, incluso puede ser infiltrado) por aquellos (empresas, normalmente) a los que, en teoría, debería controlar (regular sus actividades), de forma que se pervierte su función original: sus intereses dejan entonces de ser los asignados (intereses públicos) para ser los de las empresas que la controlan clandestinamente (incrementar sus beneficios, normalmente). Es una de las formas que puede adoptar el fenómeno de la corrupción.
Texto original:
The sworn purpose of the FDA is to protect the public health, to assure us that all the drugs on the market are proven safe and effective by reputable scientific trials. Yet, over and over again, the agency has proven itself willing to keep scientists, doctors, and the public in the dark about incidents when those scientific trials turn out to be less than reputable. It does so not only by passive silence, but by active deception. And despite being called out numerous times over the years for its bad behavior, including from some very pissed-off members of Congress, the agency is stubbornly resistant to change. It’s a sign that the FDA is deeply captured, drawn firmly into the orbit of the pharmaceutical industry that it’s supposed to regulate. We can no longer hope that the situation will get better without firm action from the legislature.
The FDA wants you to take it on faith that its officials have the public’s best interest at heart. Justification through faith alone might be just fine as a religious doctrine, but it’s not a good foundation for ensuring the safety and effectiveness of our drugs. After all, the whole point of science-based medicine is to keep us from having to make a leap of faith every time we swallow a pill.