Quiero verles arrodillarse al poderoso caballero D. Dinero y reconocer que sus ideas tienen precio, el de la prosperidad.
Y eso es algo que estoy viendo, a cámara superlenta, pero poco a poco van hincando la rodilla y bajando la mirada mientras se les inflan los bolsillos.
Quiero verles arrodillarse al poderoso caballero D. Dinero y reconocer que sus ideas tienen precio, el de la prosperidad.
Y eso es algo que estoy viendo, a cámara superlenta, pero poco a poco van hincando la rodilla y bajando la mirada mientras se les inflan los bolsillos.
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Funcionarios (y cada vez más obreros) somos de derechas.