#6 pues si, pero tampoco hace falta una libertad heroica para echar a pique la religión, una autonomía corrientita y cómoda para una gran parte de la población y se deshace, no sólo la religión, también un montón de tradiciones, costumbres, formas de organizarse y de vivir, hasta la propia sociedad se deshace. Voy a poner un ejemplo, yo vivo en un barrio popular de un cuasipueblo donde la gente se dedica a arreglar las bielas de los autos en los propios portales de sus casas o a vender droga en la misma calle. Cuando salgo a la calle voy con mis auriculares inalámbricos último modelo. Resulta que paisanos mucho más jóvenes que yo (décadas más jóvenes) me miran como si fuera un marciano. Podría salir con unos de cable y espuma naranja y me seguirían mirando como un marciano, y no porque fueran retro. La cosa es que ellos no pueden usar auriculares, porque la red de solidaridad y empleo esta en la calle, dependen de sus relaciones en el barrio, de estar atentos a lo que dice este o aquel para saber qué chanchullo sale aquí o allá. Mi fuente de riqueza se encuentra en otra parte y me da autonomía sobre la sociedad en la que vivo, no sólo puedo usar auriculares, tampoco he de invertir mi tiempo en cultivar relaciones locales (que también es para lo que sirven los templos). Mi pequeña libertad corrientita y cómoda se carga todo eso, llevada a todo el mundo no solo se carga la religión también cualquier relación de dependencia y esto puede incluir miles de situaciones en barrios, en matrimonios, en familias, etc