1.- Aunque aprobar no es perdonar. Sus impulsores tuvieron que exiliarse o hacer frente a largas condenas; alguno incluso a la pena muerte. Pienso dedicar un capítulo a la recompensa que obtuvieron los "casadistas" a sus esfuerzos (“Roma traditoribus non praemiat: Roma no paga traidores”):
2.- Stalin, en realidad, nunca pretendió que la II República se convirtiera en un satélite de la Unión Soviética. Durante toda su vida aplicó la doctrina de “Socialismo en un solo país”, que se adoptó en el Congreso del PCUS de 1925. Además, orientó toda la política exterior de la URSS durante esa época a un interés casi obsesivo por garantizar la seguridad del país frente a los ataques de las potencias ganadoras de la Gran Guerra, primero, y de la Alemania de Hitler, después. Fiel a ello, potenció la “Seguridad Colectiva” y la creación de “Frentes Populares”, y la alianza de bloques con países centroeuropeos para formar una “zona-tapón” contra Alemania. Ni en el periodo 1931-36 ni durante la Guerra Civil, la URSS no tuvo ningún interés en crear un estado-títere en la otra punta de Europa al que hubiera tenido que proteger enviando pertrechos a través de todas las flotas de Reino Unido, Francia, Italia o Alemania. De hecho, tras el golpe del 18 de Julio Stalin sólo autorizó la venta de petróleo y alimentos a la República (22 de Julio) y no permitió iniciar la venta de armas hasta el 6 de Septiembre, seis semanas después de que el Eje iniciase su ayuda a los sublevados. Y si Stalin lo hizo, no fue para bolchevizar al Gobierno español (cosa que prohibió taxativamente) sino para conservar el prestigio de la URSS ante el proletariado mundial y, en todo caso, para evitar que un triunfo rápido de los sublevados aumentase el campo de los aliados de Hitler.
3.- Se han explorado concienzudamente las anotaciones de los principales miembros de la Komintern (III Internacional Comunista) de esa época que tuvieron relación con España, como Victorio Codovilla (hasta 1937); Erno Gerö ("Pedro"); Stoyán Mínev ("Stépanov" o "Moreno"); Palmiro Togliatti ("Alfredo"), o el Secretario General, Gueorgui Dimitrov, sin encontrarse ninguna referencia sobre ello.
4.- Esto daría para un artículo independiente; pero es importante darse cuenta de que el gobierno británico recibía mucha información sobre los asesinatos cometidos antes del Golpe del 18 de Julio, pero los achacaba (los de las izquierdas y las derechas) a la inacción del gobierno del Frente Popular. En cuanto a la represión tras el Golpe, los británicos dieron mucha más importancia a la que ocurría en la zona republicana (no fomentada por el Gobierno, que en cuanto pudo la controló) que en las ciudades controladas por los sublevados (con el visto bueno, y aún incitación, de las autoridades) y las matanzas provocadas por el Ejército de África en progresión hacia Madrid.
5.- Hay que decir que esta manera de actuar fue sugerida (y más) por los asesores soviéticos de la NKVD (Ministerio del Interior; su Agencia de Seguridad fue el antecedente de la KGB), como Alexander Orlov, Iosif Grigúlevic, y otros, basándose en la experiencia de la Guerra Civil rusa. En ella, hasta que no se reorganizó (cosas de la vida, por el excelente organizador que fue Trotsky) el Ejército Rojo de Obreros y Campesinos - para los amigos, Ejército Rojo -, y se realizó una represión terrible contra todo aquel que fuera enemigo, e incluso tibio, con las nuevas autoridades, el Estado soviético no pudo sobrevivir. Los agentes de la NKVD, simplemente, aplicaron los métodos que habían dado buen resultado en la URSS, sin pararse a pensar que la mentalidad española era diferente y, por ejemplo, muchos comunistas de base no entendían la represión contra quienes habían sido sus compañeros de armas durante muchos meses, sobre todo los anarquistas. Eso se notó en el tema que nos ocupa, el Golpe de Casado - a quien apoyaban los anarquistas -, lo que provocó que muchas unidades comunistas no reaccionaran contra el Golpe por no luchar contra los que habían sido sus camaradas.
7.- Negrín estaba recopilando sus notas para publicar sus “Diarios” pero falleció antes de poder hacerlo. Eso le pone en desventaja ante publicaciones autojustificativas de personalidades como Azaña, Prieto, Largo Caballero, Cipriano Mera, etc, que cuentan su versión y han obtenido decenas de reediciones sin que nadie les conteste en algunos puntos. Digamos que en la parte de los apuntes de Negrín que se refieren a los nombramientos, se demuestra que intentó guardar un equilibrio entre comunistas y otros apoyos del Frente Popular. Lo cual fue, de alguna manera, su perdición.
8.- Al parecer, Negrín pensó que Casado presentaba reticencias a continuar la guerra (manifestadas, por ejemplo, en la reunión de Los Llanos y en otra anterior que se celebró el 8 y 9 de Febrero) por su acusado anticomunismo, pero el presidente seguía confiando en su lealtad republicana. Su olfato le engañó. Desde 1938 Casado había mantenido contactos con la quintacolumna y llevaba conspirando varios meses, como veremos.
9.- Buiza [IMAGEN] fue nombrado Jefe de la Flota el 22 de Enero, y pocos días después el Almirantazgo dirigió un comunicado a las dotaciones, proclamando su “lealtad al Gobierno” y su disposición a “llegar a los mayores sacrificios en la defensa de los postulados de independencia y libertad.
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2.- Stalin, en realidad, nunca pretendió que la II República se convirtiera en un satélite de la Unión Soviética. Durante toda su vida aplicó la doctrina de “Socialismo en un solo país”, que se adoptó en el Congreso del PCUS de 1925. Además, orientó toda la política exterior de la URSS durante esa época a un interés casi obsesivo por garantizar la seguridad del país frente a los ataques de las potencias ganadoras de la Gran Guerra, primero, y de la Alemania de Hitler, después. Fiel a ello, potenció la “Seguridad Colectiva” y la creación de “Frentes Populares”, y la alianza de bloques con países centroeuropeos para formar una “zona-tapón” contra Alemania. Ni en el periodo 1931-36 ni durante la Guerra Civil, la URSS no tuvo ningún interés en crear un estado-títere en la otra punta de Europa al que hubiera tenido que proteger enviando pertrechos a través de todas las flotas de Reino Unido, Francia, Italia o Alemania. De hecho, tras el golpe del 18 de Julio Stalin sólo autorizó la venta de petróleo y alimentos a la República (22 de Julio) y no permitió iniciar la venta de armas hasta el 6 de Septiembre, seis semanas después de que el Eje iniciase su ayuda a los sublevados. Y si Stalin lo hizo, no fue para bolchevizar al Gobierno español (cosa que prohibió taxativamente) sino para conservar el prestigio de la URSS ante el proletariado mundial y, en todo caso, para evitar que un triunfo rápido de los sublevados aumentase el campo de los aliados de Hitler.
3.- Se han explorado concienzudamente las anotaciones de los principales miembros de la Komintern (III Internacional Comunista) de esa época que tuvieron relación con España, como Victorio Codovilla (hasta 1937); Erno Gerö ("Pedro"); Stoyán Mínev ("Stépanov" o "Moreno"); Palmiro Togliatti ("Alfredo"), o el Secretario General, Gueorgui Dimitrov, sin encontrarse ninguna referencia sobre ello.
4.- Esto daría para un artículo independiente; pero es importante darse cuenta de que el gobierno británico recibía mucha información sobre los asesinatos cometidos antes del Golpe del 18 de Julio, pero los achacaba (los de las izquierdas y las derechas) a la inacción del gobierno del Frente Popular. En cuanto a la represión tras el Golpe, los británicos dieron mucha más importancia a la que ocurría en la zona republicana (no fomentada por el Gobierno, que en cuanto pudo la controló) que en las ciudades controladas por los sublevados (con el visto bueno, y aún incitación, de las autoridades) y las matanzas provocadas por el Ejército de África en progresión hacia Madrid.
5.- Hay que decir que esta manera de actuar fue sugerida (y más) por los asesores soviéticos de la NKVD (Ministerio del Interior; su Agencia de Seguridad fue el antecedente de la KGB), como Alexander Orlov, Iosif Grigúlevic, y otros, basándose en la experiencia de la Guerra Civil rusa. En ella, hasta que no se reorganizó (cosas de la vida, por el excelente organizador que fue Trotsky) el Ejército Rojo de Obreros y Campesinos - para los amigos, Ejército Rojo -, y se realizó una represión terrible contra todo aquel que fuera enemigo, e incluso tibio, con las nuevas autoridades, el Estado soviético no pudo sobrevivir. Los agentes de la NKVD, simplemente, aplicaron los métodos que habían dado buen resultado en la URSS, sin pararse a pensar que la mentalidad española era diferente y, por ejemplo, muchos comunistas de base no entendían la represión contra quienes habían sido sus compañeros de armas durante muchos meses, sobre todo los anarquistas. Eso se notó en el tema que nos ocupa, el Golpe de Casado - a quien apoyaban los anarquistas -, lo que provocó que muchas unidades comunistas no reaccionaran contra el Golpe por no luchar contra los que habían sido sus camaradas.
6. Pueden leer el artículo en www.sbhac.net/Republica/Externos/Ascensos1939.pdf
7.- Negrín estaba recopilando sus notas para publicar sus “Diarios” pero falleció antes de poder hacerlo. Eso le pone en desventaja ante publicaciones autojustificativas de personalidades como Azaña, Prieto, Largo Caballero, Cipriano Mera, etc, que cuentan su versión y han obtenido decenas de reediciones sin que nadie les conteste en algunos puntos. Digamos que en la parte de los apuntes de Negrín que se refieren a los nombramientos, se demuestra que intentó guardar un equilibrio entre comunistas y otros apoyos del Frente Popular. Lo cual fue, de alguna manera, su perdición.
8.- Al parecer, Negrín pensó que Casado presentaba reticencias a continuar la guerra (manifestadas, por ejemplo, en la reunión de Los Llanos y en otra anterior que se celebró el 8 y 9 de Febrero) por su acusado anticomunismo, pero el presidente seguía confiando en su lealtad republicana. Su olfato le engañó. Desde 1938 Casado había mantenido contactos con la quintacolumna y llevaba conspirando varios meses, como veremos.
9.- Buiza [IMAGEN] fue nombrado Jefe de la Flota el 22 de Enero, y pocos días después el Almirantazgo dirigió un comunicado a las dotaciones, proclamando su “lealtad al Gobierno” y su disposición a “llegar a los mayores sacrificios en la defensa de los postulados de independencia y libertad.