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Rob_Ben_Gebler
1.- OKW: Oberkommando der Wehrmacht, o Alto Mando de la Wehrmacht. En teoría su Comandante era Wilhelm Keitel y su Jefe de Operaciones Alfred Jodl. En realidad, mandaba Hitler, como Comandante Supremo de la Wehrmacht. Dentro de él existía el OKH (Oberkommando des Heeres, o Alto Mando del Ejército de Tierra) cuyo mando superior fue también asumido por Hitler desde la ofensiva soviética de Diciembre de 1941. Con el tiempo, el OKH fue asumiendo el papel predominante en determinados frentes de combate y, específicamente tras la invasión de la URSS, del Frente Oriental. Como mandaba el Führer en todo, lo cierto es que daba igual.

2.- Entre el 8 de Febrero y el 21 de Abril de 1941, unos 100000 hombres de la Wehrmacht fueron rodeados en torno a Demyansk, al sudeste de Leningrado, hasta su liberación por una ofensiva alemana. Pero las diferencias son evidentes: el número de sitiados era un tercio de los de Stalingrado; por supuesto, no era lo mismo que el “Kessel” empezase en Febrero, de cara a la primavera, que en Noviembre, al inicio del “General Invierno”; los aeródromos de partida de la ayuda estaban mucho más lejos que en Demyansk; y, por fin, ni el Ejército Rojo era el mismo en 1941 que en 1942, ni la Luftwaffe era igual de efectiva (a la bolsa de Demyansk entregó una media de 270 toneladas diarias de material; en Stalingrado, no pudo llegó a 100, para el triple de personas), ni las esperanzas de recibir auxilio eran las mismas en los dos casos. Uno debe pensar, como dije en el anterior artículo, que es casi imposible que Hitler no se diera cuenta… y por lo tanto, creo que sacrificó al 6º Ejército para rescatar a los ejércitos del Cáucaso.

3.- Göering era un morfinómano desde una herida que recibió durante el Pustch de la Cervecería de 1923 y que fue tratada con opioides en Suecia. Aunque entró en rehabilitación varias veces, la adicción a cualquier sustancia resulta muy difícil de tratar cuando eres el segundo hombre más importante del Reich, tienes acceso a lo que quieres y, además, de buena calidad. Consecuentemente, conforme la Luftwaffe iba perdiendo el dominio de los aires, su Comandante en Jefe estaba cada vez más ausente de las tomas de decisiones. Y, dada la manera de funcionar en el III Reich, su manera de congraciarse con Hitler era ofrecer a sus tropas para dar un “golpe magistral” al enemigo. Göering había sido un “As de la Aviación”, pero de especificaciones técnicas y de logística estaba pez… y así le fue.

4.- Con toda seguridad, tampoco hubiera dado resultado; lo hubiese dado en 1941, cuando el Ejército Rojo se suicidaba sólo, pero la trampa de Stalingrado estaba demasiado bien montada. De todos modos, era una alternativa, aunque estaba claro que a Hitler no le iba a gustar ni un ápice.

5.- Se ha querido ver aquí un tremendo error de Hitler por creer las promesas de Göering, una prueba de que su juicio se nublaba por su cabezonería y su confianza en sus lugartenientes. Pero, en mi opinión –que ya he expresado antes- es muy posible que Hitler (que tenía una excepcional retentiva de los detalles y, gracias a ello, una intuición sorprendente) ya hubiese condenado al 6º Ejército, pero necesitaba que conservase sus posiciones para salvar al Grupo de Ejércitos A. Hitler conocía perfectamente la dependencia de la morfina de Göering, y es imposible que le considerase una fuente fiable para una operación tan importante… Máxime cuando, en la discusión con Zeitzler, el propio Göering reconoció que no sabía, exactamente, las cifras de la operación. Es increíble que Hitler, tras el desastre de Stalingrado, no le destituyese... a no ser que lo hubiese usado como chivo expiatorio para el previsible desastre.

6.- Los aviones de transporte y bombardeos llevaban una serie de enganches para que se ajustaran bombas de cierto peso: 250 Kg o 1000 kg, habitualmente. En los contenedores de suministros, el rótulo externo informaba de dónde se tenía que colocar la carga, no de su peso útil.

7.- Que, bajo el mando del talentoso Alexander Alexandrovich Novikov, había mejorado muchísimo respecto al año anterior, y ya superaba ampliamente a la Luftwaffe; no sólo en número y calidad de aviones, sino también en organización.

8.- Göering prohibió la evacuación de Tatsinskaya hasta que los rusos estaban casi encima del aeropuerto. El 24 de Diciembre, una columna de blindados T-34 irrumpió en el aeródromo y se puso a disparar sobre los aviones "como en una barraca de tiro al pato de una feria", mientras los expertos pilotos de la Luftwaffe intentaban despegar y huir. Pese a toda su pericia, la flota que trataba de llevar suministros a Stalingrado perdió 72 aparatos, una enormidad.

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