#9 Agradezco tu sinceridad. En los 90 me metí en una iglesia evangélica y empecé muy ilusionado pero fui viendo como las mujeres eran vilipendiadas por el credo. Sí, culpaban a la mujer del pecado original y en los actos debían de cubrir sus cabezas con pañuelos por aquella vergüenza.
Desde entonces no sigo a ninguna y de los Evangelios hay cosas que me llaman la atención y otras las detesto, como los escritos de Pablo, un misógino de mucho cuidado.
#10 Jeje, una iglesia evangélica, a eso me refería con lo de "lavar el cerebro". Sobre lo que mencionas de los Evangelios pues ni idea, creo que he leído más el Corán que la Biblia. Hace tiempo me dió por estudiar un poco el tema y tal, pero sigo viéndolo como "novelas históricas" y cosas de Sci-Fi más que enseñanzas para la vida diaria. Quizá las fábulas de Samaniego y sus moralejas me fueron más útiles:
Desde entonces no sigo a ninguna y de los Evangelios hay cosas que me llaman la atención y otras las detesto, como los escritos de Pablo, un misógino de mucho cuidado.
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