1.- De hecho, el descubrimiento de esta ilegalidad provocó la anulación de este Consejo de Guerra y la celebración de un segundo en 1899, en Rennes.
2.- Maurel, por ejemplo, dice que la lectura de “uno de los documentos” fue tan concluyente, y al mismo tiempo le afectó tanto, que no quiso leer más y los pasó a sus colegas de Tribunal.
3.- Por la mala conciencia del Ministerio de Guerra y el SR, que buscaban acumular pruebas, por falsas o no relacionadas que fueran, contra Dreyfus. Cuando se volvió a abrir el Dossier, en 1899, contenía nada menos que ¡473 documentos!
4.- Durante años se dijo que en el sobre había unos cuatro o seis documentos, siguiendo las declaraciones (no coincidentes) de los jueces. Sin embargo, las últimas investigaciones apuntan a una decena de documentos principales, que tratan sobre la correspondencia Schwartzkoppen – Panizzardi, su relación íntima y personal, su trato común con informadores; y los accesorios (varias decenas), que se silenciaron debido al escabroso contenido: generalmente cartas de un gran contenido sexual y que hablan de una tórrida pasión, con celos, declaraciones de amor muy gráficas, etc. En una de las notas, Panizzardi dice “Mi hermanito llora; necesita que le cure”, en lo que parece ser una referencia a una enfermedad venérea, posiblemente la gonorrea.
5.- La carta, que contenía algunas faltas de ortografía (no en vano era de un extranjero) decía así, traducida y corregida:
”Siento mucho no haberle visto antes de mi partida. Por lo demás estaré de vuelta en ocho días. Adjunto doce planos-guía de Niza que ese canalla de D… me dio para usted. Le dije que usted no tenía intenciones de volver a entablar relaciones. Él pretende que hubo un malentendido y que hará todo lo posible para satisfacerle. Dice que se puso testarudo, pero que no se lo tenga usted en cuenta. Le dije que estaba loco, y que no creía que usted quisiera volver a entablar relaciones. Haga usted lo que quiera. Adiós, tengo mucha prisa.
Firma: ALEXANDRINE
P.S: ¡No folle demasiado!”
NOTA: Es característico en la correspondencia de ambos agregados la alternancia entre tratamiento de “tú” y de “usted”.
6.- Tras la despenalización de la homosexualidad en Francia (1791), este país se había convertido probablemente en el estado más tolerante del mundo “civilizado” con esta forma de relación. Sólo se perseguía aquello que causaba perjuicio a un tercero o el “escándalo público”; sin embargo, siguió siendo mal vista por los sectores más conservadores de la sociedad, y sus practicantes siguieron siendo acosados con leyes de orden público y moral. En concreto, los altos mandos del Ejército eran muy intolerantes con la homosexualidad, lo que tuvo su importancia en el Caso Dreyfus.
7.- Efectivamente, la carta "ce canaille de D." había sido interceptada seis meses antes del “Asunto Dreyfus". La investigación llevó a relacionarla con un espía de apodo “Dubois”, que no fue identificado, pero que al parecer vendía documentos a 10 Francos la pieza. Se especuló con su relación con el proceso de impresión de los documentos; pero, desde luego, nadie orientó las sospechas hacia un oficial francés, y menos contra Dreyfus, que era rico, y no necesitaba vender documentos. Su inclusión en el Dossier Secreto es una más de las maquinaciones de mala fe de Mercier, Sandherr, Henry y sus esbirros.
8.- Uno de los documentos que algunos testigos afirman haber visto en el Dossier es un telegrama cifrado escrito y enviado el 2 de Noviembre por el agregado militar italiano Panizzardi, que, supuestamente decodificado, decía: “Capitán Dreyfus arrestado. Ministerio de Guerra tiene pruebas de su relación con Alemania. Causa instruida con máximo secreto. El emisario ha sido avisado”
Fuese o no esta la decodificación inicial, desde luego ya había sido descartada durante la celebración del Consejo de Guerra, y se sabía perfectamente que el telegrama decía, en realidad: “Si el capitán Dreyfus no ha tenido relación con ustedes, convendría que el Embajador publicase un desmentido oficial para evitar los comentarios de la prensa”. (en la imagen) Lo cual desmentía que Panizzardi conociese a Dreyfus, y de paso las pruebas contra él.
9.- Curiosidad: uno de los involucrados en esta red de espionaje era Luis Fernández de Córdoba, Marqués de Mendigorria, agregado militar español que hasta 1892 había desempeñado el mismo puesto en Berlin, y se había hecho germanófilo. No consta que fuese homosexual, pero era un buen amigo de Von Schwartzkoppen y espiaba para Alemania.
10.- Nadie acusó nunca a Dreyfus de ser homosexual (al contrario de Picquart, que fue motejado de “Georgette” y blanco de caricaturas ofensivas por la prensa antisemita). Sin embargo, para los medios antisemitas el judío y el homosexual eran similares: sujetos desviados, que se apartaban y aborrecían la sociedad.
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2.- Maurel, por ejemplo, dice que la lectura de “uno de los documentos” fue tan concluyente, y al mismo tiempo le afectó tanto, que no quiso leer más y los pasó a sus colegas de Tribunal.
3.- Por la mala conciencia del Ministerio de Guerra y el SR, que buscaban acumular pruebas, por falsas o no relacionadas que fueran, contra Dreyfus. Cuando se volvió a abrir el Dossier, en 1899, contenía nada menos que ¡473 documentos!
4.- Durante años se dijo que en el sobre había unos cuatro o seis documentos, siguiendo las declaraciones (no coincidentes) de los jueces. Sin embargo, las últimas investigaciones apuntan a una decena de documentos principales, que tratan sobre la correspondencia Schwartzkoppen – Panizzardi, su relación íntima y personal, su trato común con informadores; y los accesorios (varias decenas), que se silenciaron debido al escabroso contenido: generalmente cartas de un gran contenido sexual y que hablan de una tórrida pasión, con celos, declaraciones de amor muy gráficas, etc. En una de las notas, Panizzardi dice “Mi hermanito llora; necesita que le cure”, en lo que parece ser una referencia a una enfermedad venérea, posiblemente la gonorrea.
5.- La carta, que contenía algunas faltas de ortografía (no en vano era de un extranjero) decía así, traducida y corregida:
”Siento mucho no haberle visto antes de mi partida. Por lo demás estaré de vuelta en ocho días. Adjunto doce planos-guía de Niza que ese canalla de D… me dio para usted. Le dije que usted no tenía intenciones de volver a entablar relaciones. Él pretende que hubo un malentendido y que hará todo lo posible para satisfacerle. Dice que se puso testarudo, pero que no se lo tenga usted en cuenta. Le dije que estaba loco, y que no creía que usted quisiera volver a entablar relaciones. Haga usted lo que quiera. Adiós, tengo mucha prisa.
Firma: ALEXANDRINE
P.S: ¡No folle demasiado!”
NOTA: Es característico en la correspondencia de ambos agregados la alternancia entre tratamiento de “tú” y de “usted”.
6.- Tras la despenalización de la homosexualidad en Francia (1791), este país se había convertido probablemente en el estado más tolerante del mundo “civilizado” con esta forma de relación. Sólo se perseguía aquello que causaba perjuicio a un tercero o el “escándalo público”; sin embargo, siguió siendo mal vista por los sectores más conservadores de la sociedad, y sus practicantes siguieron siendo acosados con leyes de orden público y moral. En concreto, los altos mandos del Ejército eran muy intolerantes con la homosexualidad, lo que tuvo su importancia en el Caso Dreyfus.
7.- Efectivamente, la carta "ce canaille de D." había sido interceptada seis meses antes del “Asunto Dreyfus". La investigación llevó a relacionarla con un espía de apodo “Dubois”, que no fue identificado, pero que al parecer vendía documentos a 10 Francos la pieza. Se especuló con su relación con el proceso de impresión de los documentos; pero, desde luego, nadie orientó las sospechas hacia un oficial francés, y menos contra Dreyfus, que era rico, y no necesitaba vender documentos. Su inclusión en el Dossier Secreto es una más de las maquinaciones de mala fe de Mercier, Sandherr, Henry y sus esbirros.
8.- Uno de los documentos que algunos testigos afirman haber visto en el Dossier es un telegrama cifrado escrito y enviado el 2 de Noviembre por el agregado militar italiano Panizzardi, que, supuestamente decodificado, decía: “Capitán Dreyfus arrestado. Ministerio de Guerra tiene pruebas de su relación con Alemania. Causa instruida con máximo secreto. El emisario ha sido avisado”
Fuese o no esta la decodificación inicial, desde luego ya había sido descartada durante la celebración del Consejo de Guerra, y se sabía perfectamente que el telegrama decía, en realidad: “Si el capitán Dreyfus no ha tenido relación con ustedes, convendría que el Embajador publicase un desmentido oficial para evitar los comentarios de la prensa”. (en la imagen) Lo cual desmentía que Panizzardi conociese a Dreyfus, y de paso las pruebas contra él.
9.- Curiosidad: uno de los involucrados en esta red de espionaje era Luis Fernández de Córdoba, Marqués de Mendigorria, agregado militar español que hasta 1892 había desempeñado el mismo puesto en Berlin, y se había hecho germanófilo. No consta que fuese homosexual, pero era un buen amigo de Von Schwartzkoppen y espiaba para Alemania.
10.- Nadie acusó nunca a Dreyfus de ser homosexual (al contrario de Picquart, que fue motejado de “Georgette” y blanco de caricaturas ofensivas por la prensa antisemita). Sin embargo, para los medios antisemitas el judío y el homosexual eran similares: sujetos desviados, que se apartaban y aborrecían la sociedad.