1.- Que fue uno de los mayores blufs de la Historia del Siglo XX. Mal organizada y peor realizada, reunió a unos 30000 participantes (no los 300000 con los que fanfarroneó Mussolini) mal armados y con problemas de alimentación y logística.
La mayoría no entraron a Roma hasta que el rey entregó el poder a Mussolini, pero la llegada a Roma de unos pocos miles de camorristas, y la personal inquina del monarca a los socialistas y comunistas (a los que consideraba culpables de los desórdenes del bienio anterior) hizo que Vittorio Emanuelle se negase a firmar la declaración de Estado de Guerra que le presentó el primer Ministro, Facta, y que entregara el Gobierno a Mussolini (cosa legal por el Estatuto Albertino, que le permitía nombrar Primer Ministro a quien quisiese).
Con ello selló el destino de la Monarquía italiana.
2.- Mussolini fue modificando la situación, apoyado en la cómoda mayoría parlamentaria (que se hizo abrumadora tras una “conveniente” reforma electoral) y el matonismo de las bandas fascistas, que amedrentaban a cualquier oponente visible o imaginado. El punto de inflexión para el pase a una Dictadura lo encontramos en el asesinato de Giacomo Mateotti, en Junio de 1924, y las reacciones que provocó.
Una reacción insuficiente de la oposición no supo aprovechar el horror que provocó el crimen; y Mussolini, que vio la posibilidad de ser apartado del poder por los propios fascistas intransigentes, dio un Golpe de Estado dentro de su propio régimen totalitario y asumió plenos poderes (Enero 1925)
3.- Gentile creía que todos los ciudadanos debían tener conocimientos básicos de la doctrina religiosa católica; por lo tanto, era obligatoria en primaria. Sin embargo, los padres podían solicitar su exclusión de estas clases, sobreentendiéndose que ellos se encargarían del adoctrinamiento en el domicilio. En Secundaria la Reforma Gentile cambiaba la obligatoriedad de la Religión por la de la Filosofía. Tras el Pacto de Letrán, la Iglesia Católica impuso la enseñanza obligatoria de la Religión Católica en ambos niveles.
4.- Mussolini dijo que había fracasado “debido a los tiempos y la mentalidad del entonces ministro”.
5.- La Opera Nazionale Balilla (el nombre se inspira en una figura legendaria, GianBattista Perasso, "Balilla", niño que, según la tradición, inició la revuelta contra los austriacos en 1746) tenía como objetivo, en palabras de Mussolini, el adoctrinamiento de los jóvenes italianos en lo "moral, físico, social y militar: tiene como objetivo crear al hombre armoniosamente completo; es decir, fascista como nosotros queremos". Los niños / niñas ingresaban en los siguientes tramos:
- Cuerpo masculino:
--> Figli della lupa: 6 - 8 años (como curiosidad, en la Roma clásica se usaba “Hijo de la Loba” como eufemismo de “Hijo de puta”. Los jerarcas fascistas no dominaban bien el latín...)
--> Balilla: 8 - 14 años (Excursionista hasta 12 años, luego Mosqueteros).
--> Avanguardisti: 14 - 18 años (Mosqueteros hasta 16 años, luego Ametralladores).
- Cuerpo femenino:
--> Figlie della lupa: 6 – 8 años.
--> Piccole italiane: 8 – 13 años.
--> Giovani italiane: 13 – 18 años.
6.- Generalmente, se ha considerado el antisemitismo italiano como una obligación impuesta por los nazis; sin embargo, revisando la documentación de la época, parece más cierto que Mussolini envidiaba el carácter y disciplina del pueblo alemán, y buscaba una causa con la que unir a los italianos contra un enemigo, real o imaginario. Por cierto, Gentile era humanista, se hizo fascista porque creyó que era lo mejor para el país, pero no era antisemita, y se opuso a estas medidas.
7.- Por ejemplo, con esta reforma se mejoraba la posibilidad de los jóvenes de clase baja para ingresar en la Enseñanza Superior (aunque, claro, siempre que la familia fuera fiel al régimen). También aumentaba la enseñanza de las disciplinas científicas que, como ya he dicho quedaba un poco descuidada con Gentile.
8.- De hecho, los medios de comunicación y los diplomáticos presentes en Roma se asombraron, no tanto con la caída de Mussolini, sino con la rapidez con que los italianos derribaron todo símbolo del régimen fascista; aunque oficialmente el nuevo régimen del Jefe de Gobierno Pietro Badoglio mantenía las estructuras anteriores, los italianos se lanzaron a destruir estatuas y símbolos fascistas, y los jerarcas fascistas hubieron de esconderse para no ser linchados.
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La mayoría no entraron a Roma hasta que el rey entregó el poder a Mussolini, pero la llegada a Roma de unos pocos miles de camorristas, y la personal inquina del monarca a los socialistas y comunistas (a los que consideraba culpables de los desórdenes del bienio anterior) hizo que Vittorio Emanuelle se negase a firmar la declaración de Estado de Guerra que le presentó el primer Ministro, Facta, y que entregara el Gobierno a Mussolini (cosa legal por el Estatuto Albertino, que le permitía nombrar Primer Ministro a quien quisiese).
Con ello selló el destino de la Monarquía italiana.
2.- Mussolini fue modificando la situación, apoyado en la cómoda mayoría parlamentaria (que se hizo abrumadora tras una “conveniente” reforma electoral) y el matonismo de las bandas fascistas, que amedrentaban a cualquier oponente visible o imaginado. El punto de inflexión para el pase a una Dictadura lo encontramos en el asesinato de Giacomo Mateotti, en Junio de 1924, y las reacciones que provocó.
Una reacción insuficiente de la oposición no supo aprovechar el horror que provocó el crimen; y Mussolini, que vio la posibilidad de ser apartado del poder por los propios fascistas intransigentes, dio un Golpe de Estado dentro de su propio régimen totalitario y asumió plenos poderes (Enero 1925)
3.- Gentile creía que todos los ciudadanos debían tener conocimientos básicos de la doctrina religiosa católica; por lo tanto, era obligatoria en primaria. Sin embargo, los padres podían solicitar su exclusión de estas clases, sobreentendiéndose que ellos se encargarían del adoctrinamiento en el domicilio. En Secundaria la Reforma Gentile cambiaba la obligatoriedad de la Religión por la de la Filosofía. Tras el Pacto de Letrán, la Iglesia Católica impuso la enseñanza obligatoria de la Religión Católica en ambos niveles.
4.- Mussolini dijo que había fracasado “debido a los tiempos y la mentalidad del entonces ministro”.
5.- La Opera Nazionale Balilla (el nombre se inspira en una figura legendaria, GianBattista Perasso, "Balilla", niño que, según la tradición, inició la revuelta contra los austriacos en 1746) tenía como objetivo, en palabras de Mussolini, el adoctrinamiento de los jóvenes italianos en lo "moral, físico, social y militar: tiene como objetivo crear al hombre armoniosamente completo; es decir, fascista como nosotros queremos". Los niños / niñas ingresaban en los siguientes tramos:
- Cuerpo masculino:
--> Figli della lupa: 6 - 8 años (como curiosidad, en la Roma clásica se usaba “Hijo de la Loba” como eufemismo de “Hijo de puta”. Los jerarcas fascistas no dominaban bien el latín...)
--> Balilla: 8 - 14 años (Excursionista hasta 12 años, luego Mosqueteros).
--> Avanguardisti: 14 - 18 años (Mosqueteros hasta 16 años, luego Ametralladores).
- Cuerpo femenino:
--> Figlie della lupa: 6 – 8 años.
--> Piccole italiane: 8 – 13 años.
--> Giovani italiane: 13 – 18 años.
6.- Generalmente, se ha considerado el antisemitismo italiano como una obligación impuesta por los nazis; sin embargo, revisando la documentación de la época, parece más cierto que Mussolini envidiaba el carácter y disciplina del pueblo alemán, y buscaba una causa con la que unir a los italianos contra un enemigo, real o imaginario. Por cierto, Gentile era humanista, se hizo fascista porque creyó que era lo mejor para el país, pero no era antisemita, y se opuso a estas medidas.
7.- Por ejemplo, con esta reforma se mejoraba la posibilidad de los jóvenes de clase baja para ingresar en la Enseñanza Superior (aunque, claro, siempre que la familia fuera fiel al régimen). También aumentaba la enseñanza de las disciplinas científicas que, como ya he dicho quedaba un poco descuidada con Gentile.
8.- De hecho, los medios de comunicación y los diplomáticos presentes en Roma se asombraron, no tanto con la caída de Mussolini, sino con la rapidez con que los italianos derribaron todo símbolo del régimen fascista; aunque oficialmente el nuevo régimen del Jefe de Gobierno Pietro Badoglio mantenía las estructuras anteriores, los italianos se lanzaron a destruir estatuas y símbolos fascistas, y los jerarcas fascistas hubieron de esconderse para no ser linchados.