1.- La fecha no era casual: era el 44º cumpleaños de Hitler. Conscientemente se buscó también una inspiración en las Academias de Cadetes prusianas (prohibidas por el Tratado de Versalles) lo que agradó al Presidente Hindenburg y los círculos monárquicos y militaristas alemanes, muy fuertes en 1933.
2.- En principio, el hijo de un obrero tenía las mismas posibilidades de entrar en ellas que el de un conde; incluso hijos de antiguos comunistas ingresaron en ellas. Obviamente, como todo sistema humano, y más en una dictadura, el sistema de admisión se corrompió, y los sobornos y “enchufismos” alteraron bastante el sistema de selección; no en el sentido de que ingresaran aristócratas (a los que, en general, repelía el gobierno nazi, y en particular un sistema educativo donde sus hijos se mezclaban con los de la plebe) sino que se admitió a chicos sin talento debido a recomendaciones de personas influyentes del sistema nazi.
3.- Y no en manos de profesores profesionales, ni funcionarios de Educación. Obviamente, eso hizo que pocos buenos profesores se sintieran atraídos por estos puestos. Y menos cuando cualquier alumno podía enfrentarte si te consideraba "desafecto".
4.- Respectivamente Líder de las Juventudes NacionalSocialistas y Ministro de Trabajo. Mientras que las NAPOLA se plantearon para surtir de cuadros directivos al III Reich, la intención de las “Escuelas Adolf Hitler” era que NINGÚN cuadro de la Alemania Nazi careciera del adoctrinamiento en estas Escuelas.
5.- No había exámenes, sino las llamadas “Semanas de Logros”, durante las cuales los internos competían entre ellos en pruebas físicas.
6.- Aún así, el fracaso fue evidente. En 1938 sólo había unos 600 estudiantes en estas escuelas, por quizá 5000 en las NAPOLA. Existía otro sistema de internados más pequeño, fundada por las SA de Erich Röhm en Feldafing. Paradójicamente, tras la Matanza de “la Noche de los Cuchillos Largos”, al ser absorbida por la Oficina del Partido de Rudolf Hess y Martin Bormann como la “Escuela del Reich” y librarse de las SS, fue la escuela preferida de los mandos del Partido para sus hijos y vino a ser la institución con profesorado más profesional y mejores resultados de todo el sistema de escuelas de élite nacionalsocialistas; aunque ni siquiera ella se acercara a los estándares de las antiguas instituciones educativas de Alemania. En total, quizás 6000 estudiantes en todas las escuelas de élite, por unos 36000 en el resto de internados de Alemania.
7.- En Falkenburg, Pomerania, recibirían enseñanzas en biología racial y practicarían actividad física; luego se trasladarían a Vogelsang, en los Montes Eifel, donde se dedicarían aún más al deporte; y, finalmente, en Sonthofen (Baviera) harían deportes de riesgo y se completaría la instrucción ideológica. Se preveía construir un cuarto castillo, en Marienburg, donde se les educaría sobre la colonización de la Europa del Este, y un Centro para formar investigadores y profesorado (siempre del nacionalsocialismo, claro) en el lago Chiem (Baviera) pero la guerra acabó con los planes de Hitler.
8.- La causa general era, por supuesto, el abandono de actividades académicas y la prioridad otorgada a las actividades físicas y el adoctrinamiento ideológico. El presidente de la Liga de Maestros del Reich, Hans Schemm, declaraba "¡Dejadnos tener diez libras menos de conocimientos y diez calorías más de carácter!". Se aumentó el número de actividades al aire libre; la asistencia a actos del partido era obligatoria (como la participación en actividades de las “Juventudes Hitlerianas”) y también pasaban largas temporadas ayudando a los campesinos de los alrededores… que no hubiese estado tan mal, de no haber sido porque esas horas se descontaban de la enseñanza de Ciencias o Humanidades.
9.- Grandes científicos como Einstein, Hans Bethe, y muchos otros, emigraron de Alemania, lo que causó un gran retraso en la ciencia alemana… incluida la energía atómica. Incluso la persecución de filósofos, escritores, artistas, etc, tuvo el efecto pernicioso de contagiar a muchos otros científicos del mundo libre que se pusieron a disposición de sus gobiernos para frenar a Hitler.
10.- Menéame es la prueba. Por no nombrar a Charles, Ailian, y otros ilustres chupi, gente como Asensi va pidiendo educación en respeto y tolerancia, mientras insulta a todo aquel que le rebate llamándolo retrasado, racista, misógino y homófobo; y Albertiño decía ayer que enseñando a controlar sus emociones (¿Con charlas de Perspectiva de Género?) se puede curar la fobia a los perros. Ése es el nivel.
2.- En principio, el hijo de un obrero tenía las mismas posibilidades de entrar en ellas que el de un conde; incluso hijos de antiguos comunistas ingresaron en ellas. Obviamente, como todo sistema humano, y más en una dictadura, el sistema de admisión se corrompió, y los sobornos y “enchufismos” alteraron bastante el sistema de selección; no en el sentido de que ingresaran aristócratas (a los que, en general, repelía el gobierno nazi, y en particular un sistema educativo donde sus hijos se mezclaban con los de la plebe) sino que se admitió a chicos sin talento debido a recomendaciones de personas influyentes del sistema nazi.
3.- Y no en manos de profesores profesionales, ni funcionarios de Educación. Obviamente, eso hizo que pocos buenos profesores se sintieran atraídos por estos puestos. Y menos cuando cualquier alumno podía enfrentarte si te consideraba "desafecto".
4.- Respectivamente Líder de las Juventudes NacionalSocialistas y Ministro de Trabajo. Mientras que las NAPOLA se plantearon para surtir de cuadros directivos al III Reich, la intención de las “Escuelas Adolf Hitler” era que NINGÚN cuadro de la Alemania Nazi careciera del adoctrinamiento en estas Escuelas.
5.- No había exámenes, sino las llamadas “Semanas de Logros”, durante las cuales los internos competían entre ellos en pruebas físicas.
6.- Aún así, el fracaso fue evidente. En 1938 sólo había unos 600 estudiantes en estas escuelas, por quizá 5000 en las NAPOLA. Existía otro sistema de internados más pequeño, fundada por las SA de Erich Röhm en Feldafing. Paradójicamente, tras la Matanza de “la Noche de los Cuchillos Largos”, al ser absorbida por la Oficina del Partido de Rudolf Hess y Martin Bormann como la “Escuela del Reich” y librarse de las SS, fue la escuela preferida de los mandos del Partido para sus hijos y vino a ser la institución con profesorado más profesional y mejores resultados de todo el sistema de escuelas de élite nacionalsocialistas; aunque ni siquiera ella se acercara a los estándares de las antiguas instituciones educativas de Alemania. En total, quizás 6000 estudiantes en todas las escuelas de élite, por unos 36000 en el resto de internados de Alemania.
7.- En Falkenburg, Pomerania, recibirían enseñanzas en biología racial y practicarían actividad física; luego se trasladarían a Vogelsang, en los Montes Eifel, donde se dedicarían aún más al deporte; y, finalmente, en Sonthofen (Baviera) harían deportes de riesgo y se completaría la instrucción ideológica. Se preveía construir un cuarto castillo, en Marienburg, donde se les educaría sobre la colonización de la Europa del Este, y un Centro para formar investigadores y profesorado (siempre del nacionalsocialismo, claro) en el lago Chiem (Baviera) pero la guerra acabó con los planes de Hitler.
8.- La causa general era, por supuesto, el abandono de actividades académicas y la prioridad otorgada a las actividades físicas y el adoctrinamiento ideológico. El presidente de la Liga de Maestros del Reich, Hans Schemm, declaraba "¡Dejadnos tener diez libras menos de conocimientos y diez calorías más de carácter!". Se aumentó el número de actividades al aire libre; la asistencia a actos del partido era obligatoria (como la participación en actividades de las “Juventudes Hitlerianas”) y también pasaban largas temporadas ayudando a los campesinos de los alrededores… que no hubiese estado tan mal, de no haber sido porque esas horas se descontaban de la enseñanza de Ciencias o Humanidades.
9.- Grandes científicos como Einstein, Hans Bethe, y muchos otros, emigraron de Alemania, lo que causó un gran retraso en la ciencia alemana… incluida la energía atómica. Incluso la persecución de filósofos, escritores, artistas, etc, tuvo el efecto pernicioso de contagiar a muchos otros científicos del mundo libre que se pusieron a disposición de sus gobiernos para frenar a Hitler.
10.- Menéame es la prueba. Por no nombrar a Charles, Ailian, y otros ilustres chupi, gente como Asensi va pidiendo educación en respeto y tolerancia, mientras insulta a todo aquel que le rebate llamándolo retrasado, racista, misógino y homófobo; y Albertiño decía ayer que enseñando a controlar sus emociones (¿Con charlas de Perspectiva de Género?) se puede curar la fobia a los perros. Ése es el nivel.