#2 claro, yo puedo empezar por experiencias personales. He trabajado cara al público muchos años, a un compañero le pegó un pueñetazo en la cara una gitana dentro de la tienda porque su móvil estaba roto.
A mi me tiró esa misma gitana ese movil a la cabeza días después.
Luego ya vino “su primo” a amenazarnos de muerte si no le dábamos un móvil nuevo.
Otros “primos” venían a robar cada semana, frente a la atenta mirada y silencio absoluto del vigilante de seguridad (cuando la liaban otros que no eran “primos” ya era más valiente)
Y esto en solo 6 meses y una tienda. Ya ni te cuento lo que ha visto y sufrido mi mujer en un centro de salud.
Podría escribir un ensayo con mis aventuras con el pueblo de los intocables, que en 10 años trabajando cara al público son los únicos incívicos que me han dado problemas.
A mi me tiró esa misma gitana ese movil a la cabeza días después.
Luego ya vino “su primo” a amenazarnos de muerte si no le dábamos un móvil nuevo.
Otros “primos” venían a robar cada semana, frente a la atenta mirada y silencio absoluto del vigilante de seguridad (cuando la liaban otros que no eran “primos” ya era más valiente)
Y esto en solo 6 meses y una tienda. Ya ni te cuento lo que ha visto y sufrido mi mujer en un centro de salud.
Podría escribir un ensayo con mis aventuras con el pueblo de los intocables, que en 10 años trabajando cara al público son los únicos incívicos que me han dado problemas.