El miércoles pasado, los mediadores lograron alcanzar un acuerdo de alto el fuego para Gaza que entrará en vigor pasado mañana. La primera fase del acuerdo durará 42 días e incluye la liberación de 33 prisioneros israelíes a cambio de un número no revelado de prisioneros palestinos.
Paralelamente a las masacres en Gaza que se han ido infligiendo diariamente a su población desde el 7 de octubre de 2023, el ejército israelí ha ampliado sus operaciones militares y los colonos ilegales han intensificado sus ataques en la Cisjordania palestina ocupada, incluida Jerusalén Este.
Según datos oficiales palestinos, estas acciones han provocado la muerte de 848 palestinos, 6.700 heridos y 14.300 detenidos. Cientos de familias han perdido sus hogares, que han sido destruidos u ocupados por colonos.
El periódico israelí Yedioth Ahronoth informó el viernes, citando a fuentes de seguridad del gobierno israelí, que existe la preocupación de que la liberación de prisioneros palestinos pueda provocar una escalada en Cisjordania. La principal preocupación, según el periódico, es el fortalecimiento de la posición de Hamás a expensas de la Autoridad Palestina, que para muchos se asocia abiertamente con Israel.
A pesar de los golpes que ha sufrido Hamás, el movimiento ha demostrado una notable capacidad de recuperación, como han destacado reiteradamente los medios israelíes en las últimas semanas.
El jueves, un periodista israelí del Canal 14 afirmó que las fuerzas israelíes se están preparando para ampliar sus actividades en las zonas del norte de Cisjordania, en medio de continuas redadas, detenciones y nuevos ataques aéreos en varias zonas de la región.
El periodista indicó que las evaluaciones sugieren que la liberación de unos 1.000 palestinos podría dar lugar a lo que describió como una “ola terrorista a gran escala” y un aumento de los ataques.
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Paralelamente a las masacres en Gaza que se han ido infligiendo diariamente a su población desde el 7 de octubre de 2023, el ejército israelí ha ampliado sus operaciones militares y los colonos ilegales han intensificado sus ataques en la Cisjordania palestina ocupada, incluida Jerusalén Este.
Según datos oficiales palestinos, estas acciones han provocado la muerte de 848 palestinos, 6.700 heridos y 14.300 detenidos. Cientos de familias han perdido sus hogares, que han sido destruidos u ocupados por colonos.
El periódico israelí Yedioth Ahronoth informó el viernes, citando a fuentes de seguridad del gobierno israelí, que existe la preocupación de que la liberación de prisioneros palestinos pueda provocar una escalada en Cisjordania. La principal preocupación, según el periódico, es el fortalecimiento de la posición de Hamás a expensas de la Autoridad Palestina, que para muchos se asocia abiertamente con Israel.
A pesar de los golpes que ha sufrido Hamás, el movimiento ha demostrado una notable capacidad de recuperación, como han destacado reiteradamente los medios israelíes en las últimas semanas.
El jueves, un periodista israelí del Canal 14 afirmó que las fuerzas israelíes se están preparando para ampliar sus actividades en las zonas del norte de Cisjordania, en medio de continuas redadas, detenciones y nuevos ataques aéreos en varias zonas de la región.
El periodista indicó que las evaluaciones sugieren que la liberación de unos 1.000 palestinos podría dar lugar a lo que describió como una “ola terrorista a gran escala” y un aumento de los ataques.