#1 Lo normal y creible: dos polis caen, sin saberlo, en un apartamento con una orgía sadomaso, tras una fiesta en Kit kat Klub (donde "seguro" que entraron también sin saber cómo son estas fiestas) y allí son "atacados" con una máquina de uso sexual que consiste en una bomba de succión (como las usadas para extraer leche de los pechos de una mujer en epoca de lactacia) que acaba, ojo , "contra su voluntad", aferrando sus penes desnudos... También "les obligó" a meterse unos cuantos gramos de coca y beberse unos cuantos gintonics, fumarse algún que otro canuto, y a gritar muy fuerte "oh siiii azótame más fuerte! " a estos dos policías "indefensos"

El sensacionalismo de esa historia alcanza niveles de trola absurda. Es evidente que esta historia, de ficción en su mayor parte, sale por lo que sale. Va a dar muchos monises a Bild y demás panfletada por los clickes y a exacerbar la reacción social más conservadora que someterá la vida privada de esta candidata a un tribunal inquisitorial y echará por tierra su cadidatura, lo que probablemente será el objetivo final de todo.

Cuidado porque en Berlin el problema lo tenemos con la jefa sionazi de la policía que está empapelando a media ciudad por protestar contra un genocidio y extendiendo deliberadamente el miedo y el odio entre la población, y no con esta irrelevante agente de policía cuya vida sexual y privada no le interesa a nadie con dos dedos de frente.