La BBC es esa organización donde durante décadas trabajó el que quizás fue el más prolífico pederasta de Inglaterra --y amigo del entonces príncipe y ahora rey Carlos--, sin que saltara ninguna alarma. Sólo cuando el bicho murió comenzaron a informar de lo que pasaba (sin autoflagelarse, claro). Si bien es cierto que no fue sólo la BBC quién lo protegió, la policía hacía la vista gorda, también.