6.- Los italianos habían aumentado su contingente en Albania hasta 500000 de hombres; frente a 300000 griegos; y los británicos tenían por entonces unos ochenta aviones operativos que prestaron una ayuda voluntariosa a las pequeñas Fuerzas Aéreas Griegas
7.- Pese a que las posiciones no se movieron, la batalla fue extremadamente sangrienta y hubo actos heroicos por ambos bandos. En la colina 731, o “Monasterio”, que fue atacada por los italianos al menos 18 veces y cambió de mano alternativamente, para quedar al final en manos griegas, es fama que los griegos agotaron sus municiones y siguieron luchando con bayonetas y piedras; por su parte, los arditi ("combatientes") italianos también derrocharon valor; en un asalto de una fuerza de 300 arditi que llegaron a desalojar a los griegos de la cumbre, sólo sobrevivieron 4.
8.- Después de desistir de la invasión de Inglaterra y decidir la de Rusia, Hitler se pasó todo el Verano y Otoño de 1940 intentando garantizarse la alianza, o al menos la neutralidad, de todos los países balcánicos. Tal estrategia dio sus frutos (como se vio por las sucesivas incorporaciones al Pacto Antikomintern) pero fue dinamitada por la torpeza de Mussolini al invadir Grecia. No sólo echó a los griegos al lado de los enemigos del Eje, sino que, al suponer la primera derrota terrestre del Eje, y permitir a los británicos aparecer por el Sur de Europa, sembró dudas en países como Bulgaria, pero sobre todo en Yugoslavia. Allí, una camarilla de oficiales antialemanes dio un golpe de Estado e hizo dimitir al Regente, el Príncipe Pablo, proclamando la mayoría de edad del rey Pedro II y denunciando la adhesión de Yugoslavia al EJE. La reacción de Hitler fue fulgurante. Con la ayuda de Bulgaria e Italia, la Wehrmacht solucionó en un mes lo que los italianos no habían hecho en seis. Eso sí, aunque el retraso de la Operación “Barbarroja” no fue de gran cuantía (una o dos semanas, a lo sumo) algunas de las divisiones blindadas sufrieron un desgaste que se añadiría al que más adelante tendrían en las estepas rusas…
9.- Mussolini fue tan mal ganador como era pésimo perdedor. El Ejército Griego de Albania, mandado por el general Tsolakoglou, no pudiendo resistir más, capituló ante la Wehrmacht el 21 de Abril, especificando que no se rendían ante los italianos, a quienes consideraban haber derrotado. Los comandantes alemanes, testigos de la patética actuación de sus aliados, aceptaron. Pero Mussolini montó en cólera y exigió que se repitiera la capitulación griega, esta vez ante los italianos, y que hasta entonces se continuara atacando al Ejército Griego de Albania. Para bochorno de Mussolini, sus tropas fueron rechazadas una vez más. Pero -gracias al Führer que, aunque sentía el mayor desprecio por la actitud de los italianos, no podía enajenarse al Duce- obtuvo su capitulación, y los italianos hicieron un Desfile de la Victoria en Atenas. Keitel recordaría más adelante que Hitler prohibió que los alemanes hicieran un Desfile de la Victoria alemana, para no humillar a los valientes griegos; y calificó el de los italianos como “miserable y bochornoso espectáculo”
* La imagen representa a un agigantado Mussolini (disfrazado de legionario romano, que él siempre había puesto como ejemplo) atemorizado ante un griego con uniforme de hoplita, mucho más pequeño pero más aguerrido. Mussolini dice: "Ey, aquí hay uno que parece que quiere defenderse"
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7.- Pese a que las posiciones no se movieron, la batalla fue extremadamente sangrienta y hubo actos heroicos por ambos bandos. En la colina 731, o “Monasterio”, que fue atacada por los italianos al menos 18 veces y cambió de mano alternativamente, para quedar al final en manos griegas, es fama que los griegos agotaron sus municiones y siguieron luchando con bayonetas y piedras; por su parte, los arditi ("combatientes") italianos también derrocharon valor; en un asalto de una fuerza de 300 arditi que llegaron a desalojar a los griegos de la cumbre, sólo sobrevivieron 4.
8.- Después de desistir de la invasión de Inglaterra y decidir la de Rusia, Hitler se pasó todo el Verano y Otoño de 1940 intentando garantizarse la alianza, o al menos la neutralidad, de todos los países balcánicos. Tal estrategia dio sus frutos (como se vio por las sucesivas incorporaciones al Pacto Antikomintern) pero fue dinamitada por la torpeza de Mussolini al invadir Grecia. No sólo echó a los griegos al lado de los enemigos del Eje, sino que, al suponer la primera derrota terrestre del Eje, y permitir a los británicos aparecer por el Sur de Europa, sembró dudas en países como Bulgaria, pero sobre todo en Yugoslavia. Allí, una camarilla de oficiales antialemanes dio un golpe de Estado e hizo dimitir al Regente, el Príncipe Pablo, proclamando la mayoría de edad del rey Pedro II y denunciando la adhesión de Yugoslavia al EJE. La reacción de Hitler fue fulgurante. Con la ayuda de Bulgaria e Italia, la Wehrmacht solucionó en un mes lo que los italianos no habían hecho en seis. Eso sí, aunque el retraso de la Operación “Barbarroja” no fue de gran cuantía (una o dos semanas, a lo sumo) algunas de las divisiones blindadas sufrieron un desgaste que se añadiría al que más adelante tendrían en las estepas rusas…
9.- Mussolini fue tan mal ganador como era pésimo perdedor. El Ejército Griego de Albania, mandado por el general Tsolakoglou, no pudiendo resistir más, capituló ante la Wehrmacht el 21 de Abril, especificando que no se rendían ante los italianos, a quienes consideraban haber derrotado. Los comandantes alemanes, testigos de la patética actuación de sus aliados, aceptaron. Pero Mussolini montó en cólera y exigió que se repitiera la capitulación griega, esta vez ante los italianos, y que hasta entonces se continuara atacando al Ejército Griego de Albania. Para bochorno de Mussolini, sus tropas fueron rechazadas una vez más. Pero -gracias al Führer que, aunque sentía el mayor desprecio por la actitud de los italianos, no podía enajenarse al Duce- obtuvo su capitulación, y los italianos hicieron un Desfile de la Victoria en Atenas. Keitel recordaría más adelante que Hitler prohibió que los alemanes hicieran un Desfile de la Victoria alemana, para no humillar a los valientes griegos; y calificó el de los italianos como “miserable y bochornoso espectáculo”
* La imagen representa a un agigantado Mussolini (disfrazado de legionario romano, que él siempre había puesto como ejemplo) atemorizado ante un griego con uniforme de hoplita, mucho más pequeño pero más aguerrido. Mussolini dice: "Ey, aquí hay uno que parece que quiere defenderse"