Está regular escrito (no lo digo por maifren, sino por el columnista, parece mentira que sea Doctor en tantas cosas), pero voto por el debate.
No estoy muy de acuerdo en lo que dice el autor.
¿Hubiese habido esa repulsa de los medios de comunicación (incluso nacionales) y colectivos ciudadanos, de signo ideológico opuesto al del alcalde, si el suceso hubiese sido a la inversa? Es decir, si un alcalde popular hubiese dejado de asistir a un acto tradicional de corte laico o ateo ¿hubiera pasado algo? ¿Hubiera generado el rechazo que que se han comido estos?
Resulta que es difícil saberlo... porque en España no se han permitido durante siglos (con un brevísimo paréntesis con la II Republica) actos de ese estilo.
Pero recuerdo que allá por el primer ayuntamiento democrático de mi ciudad, Zaragoza, se reinstauró una festividad popular (la Cincomarzada) que desde 1840 o así había tenido mucho predicamento durante un siglo, y que Franco prohibió. No tenía ningún carácter religioso: era una merendola campestre que conmemoraba una victoria sobre los carlistas.Bien, pues recuerdo columnistas del "Heraldo de Aragón" que se oponían a la reinstauración de la fiesta porque "no tenía raigambre popular". (Vengan a Zaragoza un Cinco de Marzo y -si el viento no se les lleva- verán si tiene, o no. Pero el caso es... Si el siguiente alcalde conservador hubiese dejado de asistir a los actos ¿hubiese pasado algo? ¿La prensa le hubiese puesto como pusieron a estos tres alcaldes?
Y tenemos otra pista en los actos que tratan de honrar la memoria de los represaliados del franquismo. No se celebran más actos, más unificados, más grandes por las trabas que se ponen desde todo tipo de medios y autoridades conservadoras. Pero imaginemos que el Gobierno decide que se programen actos en su recuerdo y una autoridad conservadora decide no ir ¿En serio creen que los medios de comunicación (quitando de izquierdas izquierdas) cargarían contra la mentada autoridad?
En el fondo, todo se reduce a lo que me dijo una compañera muy muy facha que me afeó que hubiese contado un chiste irreverente y yo le recordé que acababa de contar un chiste que llamaba "hijos de puta" a Arzallus, Felipe González, Carrillo.
-¡Hombre, es que no es lo mismo! -me soltó
En el fondo, todo se reduce a que ellos creen que sus creencias merecen más respeto que las nuestras
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No estoy muy de acuerdo en lo que dice el autor.
¿Hubiese habido esa repulsa de los medios de comunicación (incluso nacionales) y colectivos ciudadanos, de signo ideológico opuesto al del alcalde, si el suceso hubiese sido a la inversa? Es decir, si un alcalde popular hubiese dejado de asistir a un acto tradicional de corte laico o ateo ¿hubiera pasado algo? ¿Hubiera generado el rechazo que que se han comido estos?
Resulta que es difícil saberlo... porque en España no se han permitido durante siglos (con un brevísimo paréntesis con la II Republica) actos de ese estilo.
Pero recuerdo que allá por el primer ayuntamiento democrático de mi ciudad, Zaragoza, se reinstauró una festividad popular (la Cincomarzada) que desde 1840 o así había tenido mucho predicamento durante un siglo, y que Franco prohibió. No tenía ningún carácter religioso: era una merendola campestre que conmemoraba una victoria sobre los carlistas.Bien, pues recuerdo columnistas del "Heraldo de Aragón" que se oponían a la reinstauración de la fiesta porque "no tenía raigambre popular". (Vengan a Zaragoza un Cinco de Marzo y -si el viento no se les lleva- verán si tiene, o no. Pero el caso es... Si el siguiente alcalde conservador hubiese dejado de asistir a los actos ¿hubiese pasado algo? ¿La prensa le hubiese puesto como pusieron a estos tres alcaldes?
Y tenemos otra pista en los actos que tratan de honrar la memoria de los represaliados del franquismo. No se celebran más actos, más unificados, más grandes por las trabas que se ponen desde todo tipo de medios y autoridades conservadoras. Pero imaginemos que el Gobierno decide que se programen actos en su recuerdo y una autoridad conservadora decide no ir ¿En serio creen que los medios de comunicación (quitando de izquierdas izquierdas) cargarían contra la mentada autoridad?
En el fondo, todo se reduce a lo que me dijo una compañera muy muy facha que me afeó que hubiese contado un chiste irreverente y yo le recordé que acababa de contar un chiste que llamaba "hijos de puta" a Arzallus, Felipe González, Carrillo.
-¡Hombre, es que no es lo mismo! -me soltó
En el fondo, todo se reduce a que ellos creen que sus creencias merecen más respeto que las nuestras