1.- Grazzi sabía perfectamente que las proposiciones del ultimátum eran falsas y que Grecia había intentado mantener su neutralidad por todos los medios, y evitar así un ataque del Eje. Pero sus advertencias a Roma en ese sentido fueron dejadas de lado desdeñosamente.
2.- De ahí deriva la Fiesta Nacional del “¡No!” actual en Grecia.
3.- Los italianos esperaban que Bulgaria, que reclamaba la parte de Tracia perdida tras la I Guerra Mundial por el Tratado de Neuilly, y una salida al Mar Egeo, atacaría a Grecia. Sin embargo, los búlgaros, tradicionalmente aliados de Rusia, y temerosos tanto de Alemania como del Reino Unido, intentaban permanecer neutrales, y no declararon la guerra a Grecia. Como consecuencia, los griegos pudieron redesplegar sus tropas para hacer frente a los italianos.
4.- Llegando a achacar el fracaso de la “Operación Barbarroja” al error de Mussolini. También Roosevelt, Churchill y el propio Stalin hicieron declaraciones “agradeciendo” a la campaña de Mussolini que Moscú no hubiese caído. Ya veremos en las conclusiones de esta serie cómo no está tan claro; sin embargo, la monumental equivocación de los italianos posiblemente salvó a los ingleses de perder Egipto… lo cual hubiese sido tan desastroso – o más- para los británicos como la caída de Moscú para los rusos.
5.- Las carreteras en el Epiro eran antiguas y descuidadas; en otoño se embarraban, y resultaban muy inapropiadas para los blindados y para el paso de las columnas motorizadas de suministros italianos. Incluso al inicio de la ofensiva, cuando los atacantes contaban con superioridad numérica, no pudieron explotarla gracias a la falta de refuerzos y suministros; en cambio, la población civil griega (incluyendo niños y ancianos de ambos sexos) sirvieron de porteadores (a pie, con mulos…) a través de las colinas y montañas para llevarles comida, municiones y armas a sus tropas.
6.- El Alto Mando Griego, bajo las órdenes del Tte Gral Alexandros Papagos, era pesimista sobre la posibilidad de resistir la ofensiva italiana y se inclinaba por retirarse a la línea constituida río Arachthos - Metsovo - Río Aliakmon - Mt. Vermio dejando la mayor parte de Epiro en manos italianas. Pero el comandante griego del Sector, el general Karalambos Katsimiros, dándose cuenta de las ventajas de la zona, cuyo carácter agreste y pantanoso anulaba la superioridad numérica y material italiana, convenció a sus superiores de dar la batalla desde la frontera, en una retirada elástica para agotar la punta de lanza de la ofensiva enemiga. La sorpresa italiana fue completa: no sólo tuvieron casi 1000 bajas, por apenas 200 de los griegos, sino que su moral de combate se desplomó.
7.- La estrategia italiana en este sector pasaba por lanzar la División Alpina "Julia" a través de la Cordillera del Pindo, y desarticular el frente griego. Sin embargo, la feroz resistencia griega hizo que la Julia progresara muy lentamente; apenas tomaron unas aldeas griegas sin importancia. A partir del XI, la seguridad de que Bulgaria permanecería neutral permitió que Grecia abocase al Pindo sus reservas y pasaron al contragolpe, rodeando a los alpinos italianos por todos los lados. Como se ha dicho, el aporte de los civiles de la región fue determinante. Por su lado, los italianos, que -debido a su planificación desastrosa- no habían contado con la posibilidad de necesitar refuerzos masivos (y que no podían mandarlos desde Italia por los muy pequeños puertos albaneses) se vieron obligados a cancelar el previsto desembarco de la Bari a espaldas de los griegos, para (junto con la División Motorizada "Trieste" y todo lo que pudieron conseguir) enviarlos al Pindo para salvar lo que quedaba de la "Julia", que tuvo unas 5000 bajas. En una semana, el frente estaba otra vez donde al inicio de la guerra, pero los italianos habían sufrido una derrota desastrosa.
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2.- De ahí deriva la Fiesta Nacional del “¡No!” actual en Grecia.
3.- Los italianos esperaban que Bulgaria, que reclamaba la parte de Tracia perdida tras la I Guerra Mundial por el Tratado de Neuilly, y una salida al Mar Egeo, atacaría a Grecia. Sin embargo, los búlgaros, tradicionalmente aliados de Rusia, y temerosos tanto de Alemania como del Reino Unido, intentaban permanecer neutrales, y no declararon la guerra a Grecia. Como consecuencia, los griegos pudieron redesplegar sus tropas para hacer frente a los italianos.
4.- Llegando a achacar el fracaso de la “Operación Barbarroja” al error de Mussolini. También Roosevelt, Churchill y el propio Stalin hicieron declaraciones “agradeciendo” a la campaña de Mussolini que Moscú no hubiese caído. Ya veremos en las conclusiones de esta serie cómo no está tan claro; sin embargo, la monumental equivocación de los italianos posiblemente salvó a los ingleses de perder Egipto… lo cual hubiese sido tan desastroso – o más- para los británicos como la caída de Moscú para los rusos.
5.- Las carreteras en el Epiro eran antiguas y descuidadas; en otoño se embarraban, y resultaban muy inapropiadas para los blindados y para el paso de las columnas motorizadas de suministros italianos. Incluso al inicio de la ofensiva, cuando los atacantes contaban con superioridad numérica, no pudieron explotarla gracias a la falta de refuerzos y suministros; en cambio, la población civil griega (incluyendo niños y ancianos de ambos sexos) sirvieron de porteadores (a pie, con mulos…) a través de las colinas y montañas para llevarles comida, municiones y armas a sus tropas.
6.- El Alto Mando Griego, bajo las órdenes del Tte Gral Alexandros Papagos, era pesimista sobre la posibilidad de resistir la ofensiva italiana y se inclinaba por retirarse a la línea constituida río Arachthos - Metsovo - Río Aliakmon - Mt. Vermio dejando la mayor parte de Epiro en manos italianas. Pero el comandante griego del Sector, el general Karalambos Katsimiros, dándose cuenta de las ventajas de la zona, cuyo carácter agreste y pantanoso anulaba la superioridad numérica y material italiana, convenció a sus superiores de dar la batalla desde la frontera, en una retirada elástica para agotar la punta de lanza de la ofensiva enemiga. La sorpresa italiana fue completa: no sólo tuvieron casi 1000 bajas, por apenas 200 de los griegos, sino que su moral de combate se desplomó.
7.- La estrategia italiana en este sector pasaba por lanzar la División Alpina "Julia" a través de la Cordillera del Pindo, y desarticular el frente griego. Sin embargo, la feroz resistencia griega hizo que la Julia progresara muy lentamente; apenas tomaron unas aldeas griegas sin importancia. A partir del XI, la seguridad de que Bulgaria permanecería neutral permitió que Grecia abocase al Pindo sus reservas y pasaron al contragolpe, rodeando a los alpinos italianos por todos los lados. Como se ha dicho, el aporte de los civiles de la región fue determinante. Por su lado, los italianos, que -debido a su planificación desastrosa- no habían contado con la posibilidad de necesitar refuerzos masivos (y que no podían mandarlos desde Italia por los muy pequeños puertos albaneses) se vieron obligados a cancelar el previsto desembarco de la Bari a espaldas de los griegos, para (junto con la División Motorizada "Trieste" y todo lo que pudieron conseguir) enviarlos al Pindo para salvar lo que quedaba de la "Julia", que tuvo unas 5000 bajas. En una semana, el frente estaba otra vez donde al inicio de la guerra, pero los italianos habían sufrido una derrota desastrosa.