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En realidad el poema no era contra Irene Montero, Tania Sánchez, ni contra las mujeres. El poema satírico era contra Pablo Iglesias, al que tachaba de "inquieta bragueta" y machista (por disponer de sus amantes a placer, incluso pasando por encima de la conveniencia del partido. Recordemos los versos:

«Cuentan que en España un rey
de apetitos inconstantes
cuyo capricho era ley
enviaba a sus amantes
a ser de un convento grey.

Hoy los tiempos han cambiado
y el amado timonel
en cuanto las ha dejado
no van a un convento cruel
sino a un escaño elevado».

«La diputada Montero
Expareja del 'coleta'
Ya no está en el candelero
Por una inquieta bragueta
Va con Tania al gallinero».

En realidad, el poema lo que dice es que Pablo Iglesias es un machista que trata a sus mujeres como un trapo, pasando de ellas cuando las ha dejado. Por lo tanto (según el poema) sería Iglesias quien trata mal a las mujeers, no el autor

Pero la cuestión es que, precisamente, las denuncias por insultos y descalificaciones, incluso vulnerando el honor, si son contra un varón heterosexual y español, no tienen ningún futuro procesal.

Pablo Iglesias, Irene Montero, los medios de comunicación (sobre todo los izquierdistas), los políticos de izquierdas, los "artivistas" y medios "culturales" de izquierda, incluso los jueces que condenaron al autor, tuvieron que fingir que creían que los insultos eran contra las mujeres