Una inspección sorpresa de Trabajo certifica que los 17 becarios de Nacho Cano están en regla
Alejandro Requeijo
Una inspección de Trabajo realizada por sorpresa a petición de la Policía certifica que los 17 becarios de Nacho Cano estaban en regla. Así consta en un documento remitido al juzgado al que ha tenido acceso El Confidencial en el que este organismo dependiente del Ministerio de Trabajo da por buenas las explicaciones ofrecidas por la productora durante su investigación y certifica que no era necesario que Malinche diera de alta en la Seguridad Social a los alumnos al encontrarse en un periodo de formación.
"En base a los hechos comprobados de las 17 personas becadas, se concluye que las mismas realizan prácticas no laborales en la empresa Malinche The Musical Spain, S.L., ya que no se ha podido constatar su prestación de servicios retribuidos por cuenta ajena en la empresa, ni la ocupación de un puesto de trabajo que la empresa necesite cubrir con personal asalariado”, concluye. Este documento está en poder del Juzgado de Instrucción número 19 de Madrid, que investiga a Nacho Cano y a tres de sus colaboradoras por un delito contra los derechos de los trabajadores y otro delito contra las personas extranjeras.
“Existen los requisitos necesarios para determinar que la participación realizada por los becarios en el musical forma parte de las prácticas no laborales que realizan al amparo de la beca y que en esas prácticas no se dan los requisitos de dependencia y ajenidad necesarios para calificar una relación como laboral susceptible de ser incluida en el Régimen General de la Seguridad Social", añade.
"No existen evidencias –zanja el documento– que indiquen que las prácticas desarrolladas por los becarios en la referida empresa impliquen una relación laboral encubierta, conforme al artículo 1.1 del Estatuto de los Trabajadores, sino que dichas prácticas han estado dirigidas, a completar la formación teórica del becario". El Juzgado había solicitado esta documentación en un oficio del pasado 31 de julio.
El propio documento relata que la inspección de trabajo se hizo el 27 de junio a las 11.45 por petición de la Policía y que agentes de la comisaría de Leganitos acompañaron a la subinspectora de Trabajo sin avisar previamente a la empresa. El lugar de la inspección fue en la parroquia San Juan de la Cruz de Madrid, en la que los alumnos del musical estaban recibiendo clases de canto, baile flamenco y entrenamiento personal.
Interrogatorios a los bailarines
La subinspectora se entrevistó con dos de los profesores que indicaron estar dando clases “para formar a las personas en el musical”. A partir de ahí, se procedió a tomar declaración a los bailarines en una sala de la parroquia. La inspección identificó a seis profesores y varios trabajadores más, así como la jefa de personal, que llegó ese mismo día desde Barcelona. Esta mujer explicó a la subinspectora que la productora de Malinche desea llevar su espectáculo a México en el futuro y para ello hicieron unos castings para becar a 20 estudiantes de ese país.
La jefa de personal de Malinche le comunicó a la responsable de la Inspección que los alumnos estaban adscritos a la Escuela Internacional de Artes Escénicas Jana y que sus respectivos abogados habían solicitado ya el visado de estudios. En ese momento había 16 becados en la parroquia. De la veintena que llegaron a España en diciembre de 2023, se quedaron 17. A tres de ellos les comunicaron que ya no contaban con sus servicios por no cumplir los requisitos. Una de las descartadas es Lesly Ochoa, la mujer que denunció a la productora de Nacho Cano ante la Policía y dio origen al caso. Está citada a declarar esta semana en el Juzgado.
Los bailarines coincidieron al declarar que habían realizado un casting en México, que su beca era de diez meses, que reciben formación de lunes a viernes durante siete horas. Que sus prácticas incluyen salir a escena en el musical, aunque depende de su evolución durante la formación. Manifestaron que no suplen a los artistas principales del elenco y que la productora les suministra una asignación de 500 euros, alojamiento y 150 euros para gastar en el supermercado. Cada alumno le costó –se marcharon el 1 de septiembre de vuelta a México– un total de 17.000 euros. La Inspección le pidió a la jefa de personal de Malinche una serie de documentación, que aportó el 16 de julio, según consta en el documento.
La sospecha policial es que Malinche empleaba a los bailarines en un bar llamado el Templo Canalla, pero tanto los becados como sus responsables negaron tal extremo. Además, la Inspección también se puso en contacto con la escuela Jana, que aportó diversa documentación como el convenio de colaboración con Malinche, el plan de formación y sus dosieres de estudios. Confirmó que los becarios se forman con ellos medio de un “método propio de aprendizaje” de la escuela que aplica la jefa de personal de Malinche, exalumna de Jana.
Una inspección de Trabajo realizada por sorpresa a petición de la Policía certifica que los 17 becarios de Nacho Cano estaban en regla. Así consta en un documento remitido al juzgado al que ha tenido acceso El Confidencial en el que este organismo dependiente del Ministerio de Trabajo da por buenas las explicaciones ofrecidas por la productora durante su investigación y certifica que no era necesario que Malinche diera de alta en la Seguridad Social a los alumnos al encontrarse en un periodo de formación.
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Una inspección sorpresa de Trabajo certifica que los 17 becarios de Nacho Cano están en regla
Alejandro Requeijo
Una inspección de Trabajo realizada por sorpresa a petición de la Policía certifica que los 17 becarios de Nacho Cano estaban en regla. Así consta en un documento remitido al juzgado al que ha tenido acceso El Confidencial en el que este organismo dependiente del Ministerio de Trabajo da por buenas las explicaciones ofrecidas por la productora durante su investigación y certifica que no era necesario que Malinche diera de alta en la Seguridad Social a los alumnos al encontrarse en un periodo de formación.
"En base a los hechos comprobados de las 17 personas becadas, se concluye que las mismas realizan prácticas no laborales en la empresa Malinche The Musical Spain, S.L., ya que no se ha podido constatar su prestación de servicios retribuidos por cuenta ajena en la empresa, ni la ocupación de un puesto de trabajo que la empresa necesite cubrir con personal asalariado”, concluye. Este documento está en poder del Juzgado de Instrucción número 19 de Madrid, que investiga a Nacho Cano y a tres de sus colaboradoras por un delito contra los derechos de los trabajadores y otro delito contra las personas extranjeras.
“Existen los requisitos necesarios para determinar que la participación realizada por los becarios en el musical forma parte de las prácticas no laborales que realizan al amparo de la beca y que en esas prácticas no se dan los requisitos de dependencia y ajenidad necesarios para calificar una relación como laboral susceptible de ser incluida en el Régimen General de la Seguridad Social", añade.
"No existen evidencias –zanja el documento– que indiquen que las prácticas desarrolladas por los becarios en la referida empresa impliquen una relación laboral encubierta, conforme al artículo 1.1 del Estatuto de los Trabajadores, sino que dichas prácticas han estado dirigidas, a completar la formación teórica del becario". El Juzgado había solicitado esta documentación en un oficio del pasado 31 de julio.
El propio documento relata que la inspección de trabajo se hizo el 27 de junio a las 11.45 por petición de la Policía y que agentes de la comisaría de Leganitos acompañaron a la subinspectora de Trabajo sin avisar previamente a la empresa. El lugar de la inspección fue en la parroquia San Juan de la Cruz de Madrid, en la que los alumnos del musical estaban recibiendo clases de canto, baile flamenco y entrenamiento personal.
Interrogatorios a los bailarines
La subinspectora se entrevistó con dos de los profesores que indicaron estar dando clases “para formar a las personas en el musical”. A partir de ahí, se procedió a tomar declaración a los bailarines en una sala de la parroquia. La inspección identificó a seis profesores y varios trabajadores más, así como la jefa de personal, que llegó ese mismo día desde Barcelona. Esta mujer explicó a la subinspectora que la productora de Malinche desea llevar su espectáculo a México en el futuro y para ello hicieron unos castings para becar a 20 estudiantes de ese país.
La jefa de personal de Malinche le comunicó a la responsable de la Inspección que los alumnos estaban adscritos a la Escuela Internacional de Artes Escénicas Jana y que sus respectivos abogados habían solicitado ya el visado de estudios. En ese momento había 16 becados en la parroquia. De la veintena que llegaron a España en diciembre de 2023, se quedaron 17. A tres de ellos les comunicaron que ya no contaban con sus servicios por no cumplir los requisitos. Una de las descartadas es Lesly Ochoa, la mujer que denunció a la productora de Nacho Cano ante la Policía y dio origen al caso. Está citada a declarar esta semana en el Juzgado.
Los bailarines coincidieron al declarar que habían realizado un casting en México, que su beca era de diez meses, que reciben formación de lunes a viernes durante siete horas. Que sus prácticas incluyen salir a escena en el musical, aunque depende de su evolución durante la formación. Manifestaron que no suplen a los artistas principales del elenco y que la productora les suministra una asignación de 500 euros, alojamiento y 150 euros para gastar en el supermercado. Cada alumno le costó –se marcharon el 1 de septiembre de vuelta a México– un total de 17.000 euros. La Inspección le pidió a la jefa de personal de Malinche una serie de documentación, que aportó el 16 de julio, según consta en el documento.
La sospecha policial es que Malinche empleaba a los bailarines en un bar llamado el Templo Canalla, pero tanto los becados como sus responsables negaron tal extremo. Además, la Inspección también se puso en contacto con la escuela Jana, que aportó diversa documentación como el convenio de colaboración con Malinche, el plan de formación y sus dosieres de estudios. Confirmó que los becarios se forman con ellos medio de un “método propio de aprendizaje” de la escuela que aplica la jefa de personal de Malinche, exalumna de Jana.
Una inspección de Trabajo realizada por sorpresa a petición de la Policía certifica que los 17 becarios de Nacho Cano estaban en regla. Así consta en un documento remitido al juzgado al que ha tenido acceso El Confidencial en el que este organismo dependiente del Ministerio de Trabajo da por buenas las explicaciones ofrecidas por la productora durante su investigación y certifica que no era necesario que Malinche diera de alta en la Seguridad Social a los alumnos al encontrarse en un periodo de formación.