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Los neonazis gritaron: "El VIH nos ayuda, pero los gays todavía existen"

Al final de las dos manifestaciones, la situación seguía siendo amenazante: en la esquina de las calles Elisabethstrasse y Joliot-Curie-Strasse, los manifestantes del CSD y los neonazis permanecieron durante mucho tiempo uno frente al otro, separados sólo por unas pocas fuerzas policiales. Se gritaron consignas en voz alta. Del lado de los participantes del Orgullo se ondearon banderas arcoíris, del lado de los extremistas de derecha, banderas del Reich y banderas de los Jóvenes Nacionalistas, la organización juvenil del partido “Die Heimat” (antiguo NPD).

Al comienzo de la manifestación neonazi bajo el lema "Preservar la patria y la tradición, proteger a los niños de la locura de género", los participantes gritaron lemas de derecha prohibidos, entre ellos "Alemania despierta". Además, los ultraderechistas gritaron en dirección al CSD: “El VIH nos ayuda, pero los gays todavía existen”. Después de algunas dudas, la policía utilizó un altavoz para pedir a los neonazis que desistieran. "Ahora se está investigando, entre otras cosas, por sospecha de incitación al odio", afirmó un portavoz de la policía.

Los funcionarios encontraron siete violaciones de la ley de reunión, así como violaciones del uso de símbolos prohibidos en la ropa, varias violaciones de los requisitos y el uso de un gesto que supone propaganda del NS-regimen entre los que llegaron a la contramanifestación. Al final de la manifestación de extrema derecha hubo insultos y coacciones. Se registró la identidad de los afectados.

La policía saca conclusiones positivas

"A pesar de los crímenes registrados, la policía llega a una conclusión positiva", afirma el sábado por la tarde un comunicado de prensa de la comisaría de policía de Görlitz. "Los participantes en el Christopher Street Day pudieron completar su marcha y manifestación de forma pacífica y sin interrupciones y luego abandonar Görlitz sanos y salvos".

El Ministro de Economía de Sajonia, Martin Dulig, condenó la manifestación neonazi anti-queer. "Estamos aquí por nuestra normalidad, por la normalidad de poder vivir y amar como queremos", afirmó el político del SPD en el mitin del CSD. Esta normalidad se ha vuelto a convertir ahora en una "tarea política", porque algo ha cambiado en Alemania y especialmente en Sajonia: "Otra vez hay intimidación, se utiliza la violencia", afirmó el ministro. Con ello se pretende crear un sentimiento de miedo y amenaza "por parte de aquellos que quieren decirnos cómo debemos vivir".
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