Para el fin de semana también están previstas manifestaciones de la comunidad queer en Sajonia, Turingia y Sajonia-Anhalt. Y el contramovimiento de extrema derecha está una vez más en la parrilla de salida.
"Es fundamentalmente una nueva situación que tengamos este tipo de contraprotesta", dice Jasmin Gräwel. Es portavoz del CSD en Leipzig, donde, según la policía, el fin de semana pasado participaron 19.000 personas en el desfile. Los neonazis de todo el país habían convocado una contraprotesta (informó queer.de). Lo mismo que una semana antes en Bautzen, cuando el CSD estuvo acompañado por casi 700 extremistas de derecha que protestaban (informó queer.de).
En Leipzig, esto ha llevado a veces a que la gente prefiera quedarse en casa, afirma Gräwel. La operación policial para asegurar el CSD también fue mayor y más visible que en años anteriores. "Esa era una imagen extraña". Al final, unos 400 neonazis se reunieron en la estación central de Leipzig. La policía detuvo la marcha preventivamente.
Se anuncia una contraprotesta en Magdeburgo
Falko Jentsch del CSD Magdeburg ve un cambio en las acciones correspondientes. Ya no se trata sólo de "unos cuantos adolescentes". Más bien, la ultraderecha se volvió más organizada. Las imágenes de Bautzen hicieron visible el empeoramiento de la situación general.
Para este sábado también se registró una contraprotesta en paralelo al CSD en Magdeburgo, dijo Jentsch. Hubo muchas conversaciones previas con la policía y las autoridades de la asamblea de la ciudad. Una portavoz de la policía de Magdeburgo confirmó un contraevento registrado, pero sin ninguna información sobre el espectro político.
Para que el día sea más seguro, dijo Jentsch, se registró la convocatoria de una segunda manifestación desde la estación principal de trenes. De esta forma, los asistentes al CSD podrían llegar a la manifestación principal arropados por este otro grupo. Sin embargo, algunas personas cancelaron su asistencia al CSD de Magdeburgo. Para muchos, la situación general actual es aterradora. Además, muchos participantes son muy jóvenes y algunos de sus padres no les permitieron viajar este año por el miedo generado.
Polarización en Turingia
En Jena, donde también se celebrarán los CSD el sábado, todavía no se sabe nada sobre una contraprotesta. "Estamos muy aliviados", afirma Theresa Ertel del CSD de Jena, que espera que participen más de 5.000 personas. Ella misma estaba en Leipzig y la situación en la estación de tren le resultaba muy aterradora. En Plauen, sin embargo, la “Juventud Libre” convoca a una manifestación el sábado “contra la propaganda de género y la confusión de identidad” paralelamente a la CSD.
Matthias Gothe, de la asociación QueerWeg de Turingia, dice: "En el pasado, en Internet surgían principalmente amenazas, pero últimamente se han traducido en acciones activas de un modo alarmante". En Weimar, cuatro personas con banderas arcoíris fueron atacadas en 2023 cuando regresaban a casa. Y este año también hubo acoso en Gera y Sonneberg. Desde el punto de vista de Gothe, la polarizada campaña electoral estatal también desempeña un papel central en toda esta violencia. El viento en contra no proviene sólo de los extremistas de derecha, sino también de personas conservadoras.
La policía como socio importante, pero no sólo
Según los equipos del evento, para poder llevar a cabo las manifestaciones y celebraciones de forma segura, la policía es un socio importante. Jentsch, del CSD Magdeburg, califica la operación policial en Leipzig de “súper ejemplar”. Pero también señala los orígenes del CSD: el 28 de junio de 1969, la policía irrumpió en un bar de Christopher Street en Nueva York. Esto provocó varios días de protestas por parte de personas queer.
"Existe un debate dentro de la comunidad queer sobre si el uso policial por sí solo es siempre el enfoque correcto para proteger a los grupos marginados como los grupos LGTB", describe Gothe. La policía es también un reflejo de la sociedad en su conjunto con sus diferentes posiciones. Por lo tanto, también existen enfoques para confiar más en la solidaridad activa de las personas que nos apoyan, la sociedad civil.
La sociedad civil unida
Falko Jentsch, por ejemplo, constata una movilización de la sociedad civil paralela a las acciones de la derecha. En el CSD de Magdeburgo se inscribieron más clubes y grupos que de otro modo no estarían allí. Los ejemplos incluyen “Abuelas contra la derecha” y la organización “Solidarisches Magdeburg”, y más organizaciones afiliadas al partido también apoyan al CSD. Algo similar cuenta Theresa Ertel de Jena.
Esto también se vio en Leipzig, afirma Jasmin Gräwel. En vista de la movilización de la derecha, mucha más gente se habría solidarizado con el CSD en Leipzig. El resultado: "En términos numéricos, este fue el CSD más grande de Leipzig".
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"Es fundamentalmente una nueva situación que tengamos este tipo de contraprotesta", dice Jasmin Gräwel. Es portavoz del CSD en Leipzig, donde, según la policía, el fin de semana pasado participaron 19.000 personas en el desfile. Los neonazis de todo el país habían convocado una contraprotesta (informó queer.de). Lo mismo que una semana antes en Bautzen, cuando el CSD estuvo acompañado por casi 700 extremistas de derecha que protestaban (informó queer.de).
En Leipzig, esto ha llevado a veces a que la gente prefiera quedarse en casa, afirma Gräwel. La operación policial para asegurar el CSD también fue mayor y más visible que en años anteriores. "Esa era una imagen extraña". Al final, unos 400 neonazis se reunieron en la estación central de Leipzig. La policía detuvo la marcha preventivamente.
Se anuncia una contraprotesta en Magdeburgo
Falko Jentsch del CSD Magdeburg ve un cambio en las acciones correspondientes. Ya no se trata sólo de "unos cuantos adolescentes". Más bien, la ultraderecha se volvió más organizada. Las imágenes de Bautzen hicieron visible el empeoramiento de la situación general.
Para este sábado también se registró una contraprotesta en paralelo al CSD en Magdeburgo, dijo Jentsch. Hubo muchas conversaciones previas con la policía y las autoridades de la asamblea de la ciudad. Una portavoz de la policía de Magdeburgo confirmó un contraevento registrado, pero sin ninguna información sobre el espectro político.
Para que el día sea más seguro, dijo Jentsch, se registró la convocatoria de una segunda manifestación desde la estación principal de trenes. De esta forma, los asistentes al CSD podrían llegar a la manifestación principal arropados por este otro grupo. Sin embargo, algunas personas cancelaron su asistencia al CSD de Magdeburgo. Para muchos, la situación general actual es aterradora. Además, muchos participantes son muy jóvenes y algunos de sus padres no les permitieron viajar este año por el miedo generado.
Polarización en Turingia
En Jena, donde también se celebrarán los CSD el sábado, todavía no se sabe nada sobre una contraprotesta. "Estamos muy aliviados", afirma Theresa Ertel del CSD de Jena, que espera que participen más de 5.000 personas. Ella misma estaba en Leipzig y la situación en la estación de tren le resultaba muy aterradora. En Plauen, sin embargo, la “Juventud Libre” convoca a una manifestación el sábado “contra la propaganda de género y la confusión de identidad” paralelamente a la CSD.
Matthias Gothe, de la asociación QueerWeg de Turingia, dice: "En el pasado, en Internet surgían principalmente amenazas, pero últimamente se han traducido en acciones activas de un modo alarmante". En Weimar, cuatro personas con banderas arcoíris fueron atacadas en 2023 cuando regresaban a casa. Y este año también hubo acoso en Gera y Sonneberg. Desde el punto de vista de Gothe, la polarizada campaña electoral estatal también desempeña un papel central en toda esta violencia. El viento en contra no proviene sólo de los extremistas de derecha, sino también de personas conservadoras.
La policía como socio importante, pero no sólo
Según los equipos del evento, para poder llevar a cabo las manifestaciones y celebraciones de forma segura, la policía es un socio importante. Jentsch, del CSD Magdeburg, califica la operación policial en Leipzig de “súper ejemplar”. Pero también señala los orígenes del CSD: el 28 de junio de 1969, la policía irrumpió en un bar de Christopher Street en Nueva York. Esto provocó varios días de protestas por parte de personas queer.
"Existe un debate dentro de la comunidad queer sobre si el uso policial por sí solo es siempre el enfoque correcto para proteger a los grupos marginados como los grupos LGTB", describe Gothe. La policía es también un reflejo de la sociedad en su conjunto con sus diferentes posiciones. Por lo tanto, también existen enfoques para confiar más en la solidaridad activa de las personas que nos apoyan, la sociedad civil.
La sociedad civil unida
Falko Jentsch, por ejemplo, constata una movilización de la sociedad civil paralela a las acciones de la derecha. En el CSD de Magdeburgo se inscribieron más clubes y grupos que de otro modo no estarían allí. Los ejemplos incluyen “Abuelas contra la derecha” y la organización “Solidarisches Magdeburg”, y más organizaciones afiliadas al partido también apoyan al CSD. Algo similar cuenta Theresa Ertel de Jena.
Esto también se vio en Leipzig, afirma Jasmin Gräwel. En vista de la movilización de la derecha, mucha más gente se habría solidarizado con el CSD en Leipzig. El resultado: "En términos numéricos, este fue el CSD más grande de Leipzig".