#2 pues claro que sí. Mira que salir de vacaciones! Cada uno en su casa y punto. Si te toca vivir en el interior, te aguantas. Por lo que se ve, alguno os creéis que el sitio donde uno vive es suyo y tiene derecho a prohibir entrar a otros. Eso solo es tu casa. La calle y la playa y la montaña, no es vuestra Increíble.
#7 Nadie está prohibiendo entrar a otros, simplemente se está pidiendo reducir la presión turística y que las ciudades no estén pensadas exclusivamente para los turistas como está pasando actualmente, gastándose parte de los fondos europeos en fomentar el turismo, como ha pasado en Baleares que el año pasado recibió 18 millones de turistas. Hasta el alcalde de Palma, del PP, reconoce que la llegada de tantos turistas puede suponer más un problema que un beneficio. www.diariodemallorca.es/mallorca/2023/10/28/jaime-martinez-problemas-g
#10 Primero desde las administraciones han de poner en primer lugar a los residentes y dejarse de proyectos como la ampliación del aeropuerto del Prat o el puerto, o eventos como la copa América, que en octubre hará que numerosos vecinos de la Barceloneta tengan que identificarse para poder entrar en su casa, entre otras. Denegar licencias hoteleras y poner coto a empresas como airbnb, como ya se está haciendo en otros países.
Por otra parte con el turismo pasa algo parecido a lo que pasa con el PIB, si el PIB es bueno se dice que el país va bien, pero en realidad no se tienen en cuenta otros factores. En el turismo estamos empeñados en superar cada año el récord anterior, pero ni siquiera se estudia el coste beneficio que tienen esos millones de turistas. Hasta en el mismo sector, se empiezan a dar cuenta que semejante gestión del turismo lleva al desastre, a ellos incluso. Lo dijo el mismísimo Kike Sarasola en 2017, www.elespanol.com/invertia/empresas/20171117/262724431_0.html
Quizá lo que mas ayudaría a frenar la llegada masiva de turistas sería diversificar la economía, pero ese reconozco que no es un asunto fácil de llevar a cabo. Mientras tanto, dentro de poco serán habituales en España las restricciones que ya se llevan a cabo en otros países, podrán servir para atenuar un poco el problema, pero no lo solucionarán. La solución llegará el día que todas las administraciones locales, autonómicas y estatales decidan que ha llegado la hora de solucionar un problema que ellas mismas han provocado. De momento todavía estamos en la fase de tachar de turismófobo a todo aquel que se queja porque no puede coger un autobús urbano para ir a su trabajo porque está ocupado en su totalidad por turistas.
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Por otra parte con el turismo pasa algo parecido a lo que pasa con el PIB, si el PIB es bueno se dice que el país va bien, pero en realidad no se tienen en cuenta otros factores. En el turismo estamos empeñados en superar cada año el récord anterior, pero ni siquiera se estudia el coste beneficio que tienen esos millones de turistas. Hasta en el mismo sector, se empiezan a dar cuenta que semejante gestión del turismo lleva al desastre, a ellos incluso. Lo dijo el mismísimo Kike Sarasola en 2017, www.elespanol.com/invertia/empresas/20171117/262724431_0.html
Quizá lo que mas ayudaría a frenar la llegada masiva de turistas sería diversificar la economía, pero ese reconozco que no es un asunto fácil de llevar a cabo. Mientras tanto, dentro de poco serán habituales en España las restricciones que ya se llevan a cabo en otros países, podrán servir para atenuar un poco el problema, pero no lo solucionarán. La solución llegará el día que todas las administraciones locales, autonómicas y estatales decidan que ha llegado la hora de solucionar un problema que ellas mismas han provocado. De momento todavía estamos en la fase de tachar de turismófobo a todo aquel que se queja porque no puede coger un autobús urbano para ir a su trabajo porque está ocupado en su totalidad por turistas.