No se había enterado que Puchi convocó a sus seguidores a las 9 en punto de la mañana en el atril de la plaza en la que daba su discurso y a la que accedería andando por las calles de la capital en un camino con vallas a los lados para pasearse mejor y posar para los medios de radio y televisión, también convocados al acto. Y claro, sin información, cualquiera se les escapa.