#13 pues lo hice en una playa de Tarifa. Consumí cada milimetro de aquel cilindrin delante de una familia de cuenca que había traido viandas muy buenas en su caravana y a las cuales me habían invitado. Yo contribuí con mis florencios de los cuales el padre también dio buena cuenta, en una maravillosa tarde, excepto por el chinazo y las quemaduras que sin darme cuenta un sol andaluz de justicia me había ocasionado.
#17 Eso, eso, díselo a él. Con lo de Florencio, ya te digo que no hay muchos. Menos, homosexuales. El círculo se cierra y de uno pasas a otro, más hoy en día que por Facebook o Instagram la peña tiene todo ahí metido. Entras en un perfil y encuentras hasta quién es su tercera ex suegra.
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