La presión es enorme, pero Imane Khelif puede soportarla. La boxeadora argelina tiene garantizada una medalla tras su victoria en cuartos de final. Hay intensas reacciones a esto en la sala. La oponente Anna Luca Hamori se presenta como una buena perdedora, aunque anteriormente había avivado el debate sobre Khelif.
Imane Khelif ahora también tiene una medalla olímpica. La boxeadora argelina ganó claramente sus cuartos de final el sábado contra la húngara Anna Luca Hamori en la categoría de 66 kilogramos con un marcador de 5-0. "Traté de comportarme como un deportista todo el tiempo y tampoco puedo decir nada malo de mi oponente", dijo el húngaro. A diferencia de su victoria inicial, esta vez hubo un apretón de manos con su oponente después de que se anunció el veredicto. Khelif también fue aplaudido y vitoreado por numerosos aficionados argelinos en el pabellón de boxeo del norte de París.
Antes de la pelea, a la que asistieron numerosos representantes de los medios internacionales, Hamori hizo una declaración provocativa sobre la emotiva discusión: "Si él o ella es un hombre, sería una victoria aún mayor para mí si yo ganara". Después explicó: "Creo que estos últimos días han sido difíciles para todos, para mí y para ella también, y por eso quería demostrarle que la respeto y que no tengo malos pensamientos contra ella". Bueno, sucedió que ambas subimos al ring para pelear y ella ganó ahora, y en el futuro puede ser diferente".
El presidente felicita
"Habéis representado dignamente a Argelia, a la mujer argelina y al boxeo argelino", escribió el presidente Abdelmadjid Tebboune en X: "Estaremos a vuestro lado, independientemente de los resultados". El martes por la noche a las 22:34 en Roland Garros, Khelif luchará contra Janjaem Suwannapheng (Tailandia) por un lugar en la final. Ya no se le puede quitar el metal precioso, porque los perdedores de las semifinales también reciben el bronce.
Había, por supuesto, otra razón por la cual un número absurdamente alto de periodistas en el Arena Norte de París estaban interesados en las palabras de Khelif para los estándares del boxeo. Durante días, Khelif ha estado en el centro de una tormenta de debate sobre su género. El año pasado fue descalificada por la asociación mundial IBA después de una prueba de género en la Copa del Mundo. El debate volvió a estallar el jueves. Luego de una pelea que duró apenas 46 segundos.
Populistas, Trump, Meloni
La italiana Angela Carini recibió dos duros golpes en su octavos de final contra Khelif y finalmente se rindió entre lágrimas. Los populistas que rodeaban al expresidente estadounidense Donald Trump y a la primera ministra italiana Giorgia Meloni comenzaron a protestar inmediatamente. El tenor unánime: En París, los hombres vencen a las mujeres. ¡Cosa clara! Como informa "Bild", citando a medios ingleses, Khelif le gritó a un periodista después de la pelea: "¡Soy una mujer!". De camino al vestuario, los entrenadores habrían increpado a varios periodistas por las "desinformaciones vertidas".
Nada está claro en esta situación tan compleja. En cambio, hay innumerables preguntas. Por ejemplo, tras la prueba de género no especificada, por la que la controvertida asociación mundial IBA excluyó a Khelif y Lin Yuting (Taiwán) del Mundial de 2023. Lin es la segunda atleta afectada por el debate sobre el género en los Juegos Olímpicos; el domingo por la mañana luchará por una medalla olímpica en la categoría de 57 kg.
El padre también se involucra
El Comité Olímpico Internacional (COI) considera que la exclusión de Khelif y Lin por parte de la IBA es una "decisión arbitraria". Esto no es del todo sorprendente: la IBA ya no está reconocida por el COI debido a la corrupción y, por lo tanto, no es responsable de organizar competiciones de boxeo en París. El presidente del COI, Thomas Bach, se presentó el sábado ante los atletas afectados: "Nunca hubo ninguna duda de que eran mujeres", afirmó. En vista de las fuertes críticas, especialmente del campo conservador de derecha, Bach subrayó que el COI "no participará en una guerra cultural políticamente motivada".
Ambas deportistas fueron recibidos con hostilidad en las redes sociales. "El espantoso nivel de abuso en línea" contra las boxeadoras es "otro ejemplo profundamente inquietante del discurso tóxico, sexista y racista que ha perjudicado a las mujeres en el deporte y la sociedad", dijo Stephen Cockburn de Amnistía Internacional en el comunicado Sports & Rights Alliance. "Estas mujeres no han hecho nada malo y todavía están siendo perseguidas con odio". Representantes de otras organizaciones como Human Rights Watch e ILGA World también apoyaron a los dos atletas.
El padre de Imane Khelif tampoco tiene dudas sobre el sexo de su hija. "Imane es un ejemplo de feminidad argelina", dijo a la AFP Omar Khelif. En la emisora francesa BFMTV, mostró el certificado de nacimiento de su hija y explicó: "Mi hija es una niña. La criaron como una niña. Es una niña fuerte. La crié para que trabajara duro y fuera valiente. Tiene una fuerte voluntad de trabajar y capacitarse." Si Dios quiere, dijo, "nos honrará con una medalla de oro y mantendrá en alto la bandera nacional en París". Si eso sucede, es probable que las discusiones sobre Khelif alcancen un nuevo pico.
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Imane Khelif ahora también tiene una medalla olímpica. La boxeadora argelina ganó claramente sus cuartos de final el sábado contra la húngara Anna Luca Hamori en la categoría de 66 kilogramos con un marcador de 5-0. "Traté de comportarme como un deportista todo el tiempo y tampoco puedo decir nada malo de mi oponente", dijo el húngaro. A diferencia de su victoria inicial, esta vez hubo un apretón de manos con su oponente después de que se anunció el veredicto. Khelif también fue aplaudido y vitoreado por numerosos aficionados argelinos en el pabellón de boxeo del norte de París.
Antes de la pelea, a la que asistieron numerosos representantes de los medios internacionales, Hamori hizo una declaración provocativa sobre la emotiva discusión: "Si él o ella es un hombre, sería una victoria aún mayor para mí si yo ganara". Después explicó: "Creo que estos últimos días han sido difíciles para todos, para mí y para ella también, y por eso quería demostrarle que la respeto y que no tengo malos pensamientos contra ella". Bueno, sucedió que ambas subimos al ring para pelear y ella ganó ahora, y en el futuro puede ser diferente".
El presidente felicita
"Habéis representado dignamente a Argelia, a la mujer argelina y al boxeo argelino", escribió el presidente Abdelmadjid Tebboune en X: "Estaremos a vuestro lado, independientemente de los resultados". El martes por la noche a las 22:34 en Roland Garros, Khelif luchará contra Janjaem Suwannapheng (Tailandia) por un lugar en la final. Ya no se le puede quitar el metal precioso, porque los perdedores de las semifinales también reciben el bronce.
Había, por supuesto, otra razón por la cual un número absurdamente alto de periodistas en el Arena Norte de París estaban interesados en las palabras de Khelif para los estándares del boxeo. Durante días, Khelif ha estado en el centro de una tormenta de debate sobre su género. El año pasado fue descalificada por la asociación mundial IBA después de una prueba de género en la Copa del Mundo. El debate volvió a estallar el jueves. Luego de una pelea que duró apenas 46 segundos.
Populistas, Trump, Meloni
La italiana Angela Carini recibió dos duros golpes en su octavos de final contra Khelif y finalmente se rindió entre lágrimas. Los populistas que rodeaban al expresidente estadounidense Donald Trump y a la primera ministra italiana Giorgia Meloni comenzaron a protestar inmediatamente. El tenor unánime: En París, los hombres vencen a las mujeres. ¡Cosa clara! Como informa "Bild", citando a medios ingleses, Khelif le gritó a un periodista después de la pelea: "¡Soy una mujer!". De camino al vestuario, los entrenadores habrían increpado a varios periodistas por las "desinformaciones vertidas".
Nada está claro en esta situación tan compleja. En cambio, hay innumerables preguntas. Por ejemplo, tras la prueba de género no especificada, por la que la controvertida asociación mundial IBA excluyó a Khelif y Lin Yuting (Taiwán) del Mundial de 2023. Lin es la segunda atleta afectada por el debate sobre el género en los Juegos Olímpicos; el domingo por la mañana luchará por una medalla olímpica en la categoría de 57 kg.
El padre también se involucra
El Comité Olímpico Internacional (COI) considera que la exclusión de Khelif y Lin por parte de la IBA es una "decisión arbitraria". Esto no es del todo sorprendente: la IBA ya no está reconocida por el COI debido a la corrupción y, por lo tanto, no es responsable de organizar competiciones de boxeo en París. El presidente del COI, Thomas Bach, se presentó el sábado ante los atletas afectados: "Nunca hubo ninguna duda de que eran mujeres", afirmó. En vista de las fuertes críticas, especialmente del campo conservador de derecha, Bach subrayó que el COI "no participará en una guerra cultural políticamente motivada".
Ambas deportistas fueron recibidos con hostilidad en las redes sociales. "El espantoso nivel de abuso en línea" contra las boxeadoras es "otro ejemplo profundamente inquietante del discurso tóxico, sexista y racista que ha perjudicado a las mujeres en el deporte y la sociedad", dijo Stephen Cockburn de Amnistía Internacional en el comunicado Sports & Rights Alliance. "Estas mujeres no han hecho nada malo y todavía están siendo perseguidas con odio". Representantes de otras organizaciones como Human Rights Watch e ILGA World también apoyaron a los dos atletas.
El padre de Imane Khelif tampoco tiene dudas sobre el sexo de su hija. "Imane es un ejemplo de feminidad argelina", dijo a la AFP Omar Khelif. En la emisora francesa BFMTV, mostró el certificado de nacimiento de su hija y explicó: "Mi hija es una niña. La criaron como una niña. Es una niña fuerte. La crié para que trabajara duro y fuera valiente. Tiene una fuerte voluntad de trabajar y capacitarse." Si Dios quiere, dijo, "nos honrará con una medalla de oro y mantendrá en alto la bandera nacional en París". Si eso sucede, es probable que las discusiones sobre Khelif alcancen un nuevo pico.