¿Alguien tenía confianza en que ese acuerdo serviría para algo? Ese acuerdo era más una declaración de buenas intenciones que un acuerdo de verdad con voluntad de llevarlo a cabo. Un lavado de cara y publicidad de cara a la galería, pero ningún país salió de ahí para ponerse a trabajar en la dirección que indicaba. El acuerdo era papel mojado ya desde antes de firmarlo. Como muchos antes empezando por el protocolo de Kioto en 1997.
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