La autoridad sanitaria del Gobierno de Gaza dice que una “masacre israelí” en el campo de refugiados de Nuseirat ha matado a 210 palestinos y ha herido a más de 400.
El Ministerio de Salud de Gaza dijo que “un gran número” de muertos y heridos estaban llegando el sábado al Hospital de los Mártires de Al-Aqsa, la mayoría de ellos niños y mujeres.
"Decenas de heridos yacen en el suelo y los equipos médicos están tratando de salvarlos con los medios médicos básicos de que disponen", afirmó, añadiendo que carece de medicamentos y alimentos y que su principal generador ha dejado de funcionar. por falta de combustible.
Un portavoz del Ministerio de Salud dijo anteriormente que todavía había "muchos" cadáveres y heridos en las calles.
Las comunicaciones se vieron afectadas en medio del intenso bombardeo, pero Hind Khoudary de Al Jazeera, informando desde el interior del hospital “abrumado” a través de una llamada telefónica, dijo que la situación es tensa, con gente aterrorizada en la calle sin saber a quién acudir.
“Las explosiones son a cada minuto. Las ambulancias están trasladando a los heridos al hospital donde estamos atrapados. Es un caos dentro del hospital. Hay niños entre los heridos”, afirmó.
La Dra. Tanya Haj-Hassan, médica pediátrica de cuidados intensivos de Médicos Sin Fronteras (MSF), describió el Hospital Al-Aqsa como un "completo baño de sangre", y añadió que parecía "un matadero".
Los devastadores ataques tuvieron lugar mientras las fuerzas israelíes llevaban a cabo una operación de rescate en Nuseirat para liberar a cuatro cautivos israelíes. Al menos un rehen israelí murió en la operación.
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El Ministerio de Salud de Gaza dijo que “un gran número” de muertos y heridos estaban llegando el sábado al Hospital de los Mártires de Al-Aqsa, la mayoría de ellos niños y mujeres.
"Decenas de heridos yacen en el suelo y los equipos médicos están tratando de salvarlos con los medios médicos básicos de que disponen", afirmó, añadiendo que carece de medicamentos y alimentos y que su principal generador ha dejado de funcionar. por falta de combustible.
Un portavoz del Ministerio de Salud dijo anteriormente que todavía había "muchos" cadáveres y heridos en las calles.
Las comunicaciones se vieron afectadas en medio del intenso bombardeo, pero Hind Khoudary de Al Jazeera, informando desde el interior del hospital “abrumado” a través de una llamada telefónica, dijo que la situación es tensa, con gente aterrorizada en la calle sin saber a quién acudir.
“Las explosiones son a cada minuto. Las ambulancias están trasladando a los heridos al hospital donde estamos atrapados. Es un caos dentro del hospital. Hay niños entre los heridos”, afirmó.
La Dra. Tanya Haj-Hassan, médica pediátrica de cuidados intensivos de Médicos Sin Fronteras (MSF), describió el Hospital Al-Aqsa como un "completo baño de sangre", y añadió que parecía "un matadero".
Los devastadores ataques tuvieron lugar mientras las fuerzas israelíes llevaban a cabo una operación de rescate en Nuseirat para liberar a cuatro cautivos israelíes. Al menos un rehen israelí murió en la operación.