Aunque las órdenes son jurídicamente vinculantes, el tribunal no tiene capacidad física para hacerlas cumplir. Han de ser los estados conocedores de la jurisdicción de la CIJ los que insten a Israel a parar la ofensiva.
Al leer un fallo de la Corte Internacional de Justicia o de la Corte Mundial, el presidente del organismo, Nawaf Salam, dijo que las medidas provisionales ordenadas por la Corte en marzo no abordan plenamente la situación en el enclave palestino sitiado, y que se han cumplido las condiciones para una nueva orden de emergencia.
Israel debe “detener inmediatamente su ofensiva militar, y cualquier otra acción en la provincia de Rafah, que pueda infligir al grupo palestino en Gaza condiciones de vida que podrían causar su destrucción física total o parcial”, dijo Salam, y calificó la situación humanitaria en Rafah de “desastrosa”.
Israel lanzó su ataque contra la ciudad meridional de Rafah este mes, obligando a cientos de miles de palestinos a huir de una ciudad que se había convertido en un refugio para cerca de la mitad de los 2,3 millones de habitantes.
Rafah, en el extremo sur de Gaza, también ha sido la principal ruta de acceso para la ayuda, y organizaciones internacionales dicen que la operación israelí ha cortado el enclave y aumentado el riesgo de hambruna.
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Los abogados de Sudáfrica pidieron la semana pasada a la CIJ en La Haya que impusiera medidas de emergencia, diciendo que los ataques israelíes contra Rafah deben detenerse para garantizar la supervivencia del pueblo palestino.
En un fallo muy acusado de enero, el tribunal ordenó a Israel que hiciera todo lo que estuviera a su alcance para prevenir actos genocidas en Gaza, pero no ordenó el cese de los combates.
Israel ha desestimado repetidamente las acusaciones de genocidio del caso como infundadas, argumentando ante la corte que sus operaciones en Gaza son en defensa propia y están dirigidas contra los combatientes de Hamás que atacaron a Israel el 7 de octubre.
Un portavoz del gobierno israelí dijo en la víspera de la decisión del viernes que “ningún poder en la Tierra impedirá que Israel proteja a sus ciudadanos y persiga a Hamás en Gaza”.
La CIJ, también conocida como la Corte Mundial, es el órgano supremo de la ONU para conocer de disputas entre Estados. Sus decisiones son definitivas y vinculantes, pero, desraciadamene, han sido ignoradas en el pasado. El tribunal no tiene facultades de ejecución.
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Al leer un fallo de la Corte Internacional de Justicia o de la Corte Mundial, el presidente del organismo, Nawaf Salam, dijo que las medidas provisionales ordenadas por la Corte en marzo no abordan plenamente la situación en el enclave palestino sitiado, y que se han cumplido las condiciones para una nueva orden de emergencia.
Israel debe “detener inmediatamente su ofensiva militar, y cualquier otra acción en la provincia de Rafah, que pueda infligir al grupo palestino en Gaza condiciones de vida que podrían causar su destrucción física total o parcial”, dijo Salam, y calificó la situación humanitaria en Rafah de “desastrosa”.
Israel lanzó su ataque contra la ciudad meridional de Rafah este mes, obligando a cientos de miles de palestinos a huir de una ciudad que se había convertido en un refugio para cerca de la mitad de los 2,3 millones de habitantes.
Rafah, en el extremo sur de Gaza, también ha sido la principal ruta de acceso para la ayuda, y organizaciones internacionales dicen que la operación israelí ha cortado el enclave y aumentado el riesgo de hambruna.
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Los abogados de Sudáfrica pidieron la semana pasada a la CIJ en La Haya que impusiera medidas de emergencia, diciendo que los ataques israelíes contra Rafah deben detenerse para garantizar la supervivencia del pueblo palestino.
En un fallo muy acusado de enero, el tribunal ordenó a Israel que hiciera todo lo que estuviera a su alcance para prevenir actos genocidas en Gaza, pero no ordenó el cese de los combates.
Israel ha desestimado repetidamente las acusaciones de genocidio del caso como infundadas, argumentando ante la corte que sus operaciones en Gaza son en defensa propia y están dirigidas contra los combatientes de Hamás que atacaron a Israel el 7 de octubre.
Un portavoz del gobierno israelí dijo en la víspera de la decisión del viernes que “ningún poder en la Tierra impedirá que Israel proteja a sus ciudadanos y persiga a Hamás en Gaza”.
La CIJ, también conocida como la Corte Mundial, es el órgano supremo de la ONU para conocer de disputas entre Estados. Sus decisiones son definitivas y vinculantes, pero, desraciadamene, han sido ignoradas en el pasado. El tribunal no tiene facultades de ejecución.