"Respecto a las donaciones, aquellos que apoyen a asociaciones consideradas de extrema derecha verán sus flujos financieros controlados por el Estado, y quienes se ‘burlen’ del Gobierno alemán en redes sociales podrían incurrir en un delito. Las autoridades locales y las empresas podrán recibir información sobre los «extremistas de derechas» recogida por los servicios de inteligencia y la entrada al país será prohibida a extremistas."
¿Pero qué es esta puta locura?