En Suecia se están dedicando a quemar la basura de media Europa en vez de mejorar los procesos automatizados de reciclaje de la basura separada por el ciudadano.
Aquí en España he visto con mis propios ojos a operadores de las plantas de compostaje rasgar las bolsas de plástico para permitir el procesado posterior de compostaje la basura. De eso hace 20 años. Si se separan adecuadamente los residuos esas personas no estarían ahí entorpeciendo el proceso y disminuyendo la capacidad de la planta. Porque obviamente, esas personas sólo pueden separar algo tan sencillo como las bolsas de plástico a la velocidad requerida de la cinta transportadora. Por lo que si hay otro tipo de residuos (plásticos PET, ABS, etc.) entonces se requieren pasos adicionales de decantación química que disminuyen la eficiencia de obtención de materia orgánica en un alto grado, además de elevar los costes energéticos. Adicionalmente eso provoca un aumento de costes que se repercute en los impuestos que gravan los ayuntamientos.
Es por eso que es importante realizar una buena separación. Y que los ayuntamientos hagan buenas campañas sobre cómo separar la basura (y que no sean unos corruptos conchavados con la empresa encargada del transporte de basuras). No existe un método mágico de reciclaje como tampoco lo existe de reutilización (los agentes químicos empleados para el lavado de envases de cristal son bastante agresivos).
#1
Respecto a la reutilización (las negritas son mías): www2.uned.es/biblioteca/rsu/pagina2.htm La reutilización está intimamente relacionada con la prevención en la producción de residuos. La adopción de medidas se centra principalmente en la reutilización de los envases.
En el pasado este sistema ha sido bastante utilizado. En principio hay que hacer algunas consideraciones:
Para ciertos materiales como el vidrio la reutilización es deseable en términos ecológicos. Aunque hay que tener en cuenta que si los envases han de ser transportados a gran distancia, un radio superior a 200-300 km, el coste ecológico de la reutilización alcanza y supera al del reciclado.
Dado que un envase reutilizable ha de ser más robusto y tener más peso, a igualdad de materiales, debe tener en su vida útil un número mínimo de ciclos de consumo.
Tradicionalmente el sector de las bebidas y los alimentos líquidos ha sido el que mayor proporción de reutilización de los envases ha desarrollado. Sin embargo el sistema que se ha venido aplicando durante muchos años ha empezado a desaparecer debido a los nuevos hábitos de consumo y a la implantación de nuevos sistemas de distribución.
La reutilización sólo es factible para el cristal, cuyo coste de producción y reutilización puede superar fácilmente el coste del reciclaje. Con los envases de plástico la reutilización es viable para por ejemplo bidones de bicicleta, que son más robustos. Pero también tienen un alto coste energético de producción para permitir su reutilización. Y no nos engañemos, nadie compraría un producto con un plástico de aspecto desgastado o repintado (y el repintado encima añadiría costes energéticos y contaminantes). Por ello la reutilización de los plásticos está limitada a la que se haga en casa: jarras de agua, botellas, bidones, etc.
Lo más factible es el método actual empleado en todo el mundo, el de la prevención de consumo innecesario y el de la separación y reciclado de residuos generados.
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Aquí en España he visto con mis propios ojos a operadores de las plantas de compostaje rasgar las bolsas de plástico para permitir el procesado posterior de compostaje la basura. De eso hace 20 años. Si se separan adecuadamente los residuos esas personas no estarían ahí entorpeciendo el proceso y disminuyendo la capacidad de la planta. Porque obviamente, esas personas sólo pueden separar algo tan sencillo como las bolsas de plástico a la velocidad requerida de la cinta transportadora. Por lo que si hay otro tipo de residuos (plásticos PET, ABS, etc.) entonces se requieren pasos adicionales de decantación química que disminuyen la eficiencia de obtención de materia orgánica en un alto grado, además de elevar los costes energéticos. Adicionalmente eso provoca un aumento de costes que se repercute en los impuestos que gravan los ayuntamientos.
Es por eso que es importante realizar una buena separación. Y que los ayuntamientos hagan buenas campañas sobre cómo separar la basura (y que no sean unos corruptos conchavados con la empresa encargada del transporte de basuras). No existe un método mágico de reciclaje como tampoco lo existe de reutilización (los agentes químicos empleados para el lavado de envases de cristal son bastante agresivos).
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Respecto a la reutilización (las negritas son mías):
www2.uned.es/biblioteca/rsu/pagina2.htm
La reutilización está intimamente relacionada con la prevención en la producción de residuos. La adopción de medidas se centra principalmente en la reutilización de los envases.
En el pasado este sistema ha sido bastante utilizado. En principio hay que hacer algunas consideraciones:
Para ciertos materiales como el vidrio la reutilización es deseable en términos ecológicos. Aunque hay que tener en cuenta que si los envases han de ser transportados a gran distancia, un radio superior a 200-300 km, el coste ecológico de la reutilización alcanza y supera al del reciclado.
Dado que un envase reutilizable ha de ser más robusto y tener más peso, a igualdad de materiales, debe tener en su vida útil un número mínimo de ciclos de consumo.
Tradicionalmente el sector de las bebidas y los alimentos líquidos ha sido el que mayor proporción de reutilización de los envases ha desarrollado. Sin embargo el sistema que se ha venido aplicando durante muchos años ha empezado a desaparecer debido a los nuevos hábitos de consumo y a la implantación de nuevos sistemas de distribución.
La reutilización sólo es factible para el cristal, cuyo coste de producción y reutilización puede superar fácilmente el coste del reciclaje. Con los envases de plástico la reutilización es viable para por ejemplo bidones de bicicleta, que son más robustos. Pero también tienen un alto coste energético de producción para permitir su reutilización. Y no nos engañemos, nadie compraría un producto con un plástico de aspecto desgastado o repintado (y el repintado encima añadiría costes energéticos y contaminantes). Por ello la reutilización de los plásticos está limitada a la que se haga en casa: jarras de agua, botellas, bidones, etc.
Lo más factible es el método actual empleado en todo el mundo, el de la prevención de consumo innecesario y el de la separación y reciclado de residuos generados.