"Los datos que reflejan este fenómeno de distanciamiento llegan recogiéndose desde el año 1969 cuando, como parte del programa Apolo de la NASA, el hombre puso el pie en la Luna. En tres de las misiones que tuvieron lugar entre ese año y 1972, los astronautas dejaron en la Luna una serie de reflectores colocados estratégicamente, tal y como si se tratase de pequeños espejos en fila.
Así, desde entonces, los astrónomos se han dedicado a lanzar diferentes haces de rayos láser hacia ellos. Conociendo la velocidad a la que se desplaza el láser y el tiempo que tarda en ir y volver desde la Tierra hasta la Luna, pueden calcular fácilmente la distancia a la que se encuentra el satélite de nosotros."
Así, desde entonces, los astrónomos se han dedicado a lanzar diferentes haces de rayos láser hacia ellos. Conociendo la velocidad a la que se desplaza el láser y el tiempo que tarda en ir y volver desde la Tierra hasta la Luna, pueden calcular fácilmente la distancia a la que se encuentra el satélite de nosotros."