Es una auténtica vergüenza. Yo he tenido que lidiar con extranjería. En la puerta solo daban veinticinco citas al día, así que tenías que estar allí a las 5 de la madrugada haciendo cola si querías pillar una. El resto de citas eran telefónicas y sólo podías llamar de nueve a diez a un único número de teléfono que siempre estaba comunicando. Es una vergüenza total.
#6 yo a veces pensaba que era a posta. Mantener a cientos de miles de inmigrantes en la ilegalidad, como ciudadanos de segunda. Obteniendo el fruto de su trabajo pero sin darles servicios a cambio. Viéndose obligados a trabajar por una miseria y así hacer bajar el sueldo del resto de trabajadores.
Para delinquir, derechitos.
El resultado no puede sorprender a nadie.
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