#2 El congreso no es nada más que un circo donde van una serie de palmeros a aplaudir cuando habla uno de los suyos, y no abuchean cuando sale uno de los otros porque no se lo permite la presidencia del congreso. Contaba un famoso sindicalista andaluz que le sorprendió cuando fue de que todo el mundo estuviera en el restaurante tomando cubatas. Y cuando llegó la hora de votar, sonaba una campanita y entonces iban corriendo a apretar el botón que mandase el partido. No es de extrañar que algunos se equivoquen de botón.

Partiendo de esto, que pidas respeto suena incluso ingenuo.