#12 Eran moles. Y con una mala leche que no veas. Yo no hablaba ruso, pero no hacía falta para darse cuenta que la simpatía y la delicadeza no formaba parte del quehacer diario de aquellas señoras. Cualquiera les llevaba la contraria.
Básicamente, pasé el control de pasaportes y billete, di veinte pasos y me quedé mirando un monitor de vuelos y puertas de embarque. Y llegó una señora, me pidió el billete, y me hizo señas de que la siguiera con mucha mala uva. Y me llevó hasta el bus que llevaba a los pasajeros al avión en pista.
Básicamente, pasé el control de pasaportes y billete, di veinte pasos y me quedé mirando un monitor de vuelos y puertas de embarque. Y llegó una señora, me pidió el billete, y me hizo señas de que la siguiera con mucha mala uva. Y me llevó hasta el bus que llevaba a los pasajeros al avión en pista.
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