Lo de algunos a la izquierda es vomitivo. Son tan puros, tan limpios, genuinos e incontaminados que en la Segunda Guerra Mundial hubieran dicho "no nos gusta ni Hitler ni los aliados, nos quedamos en casa".
Hay veces que hay que salir a votar sí o sí, porque si no, va a ganar algo asqueroso. Véase PP, Trump, Brexit y otras tantas cosas que tenemos que soportar por culpa de los abstencionistas. En Francia, para votar al que creemos mejor ya está la primera vuelta, pero en la segunda hay que votar por el menos malo.