Este ministerio parece tener un problema para dar los datos de la nacionalidad de los criminales. Hay una sobrerrepresentación de extranjeros en los casos de violencia de género. Y no es una cuestión baladí.
Me explico: si la gran mayoría de asesinatos fueran cometidos por personas nacidas, criadas y educadas en España, podríamos concluir que hay un serio problema en nuestra sociedad y en cómo se está educando a los niños. Y en ese caso es el Ministerio de Educación el que debería intervenir y tener un programa en todas las escuelas para atajar esta lacra violenta. Si resulta que la mitad de los crímenes los cometen hombres criados y educados en otras sociedades con valores distintos a los nuestros, entonces el problema es otro.
Dicho esto, y sin querer desdramatizar lo terrible que es cada muerte que se produce a manos de la pareja, llevamos más de una década donde las variaciones de víctimas de año en año son mínimas. Es decir, que cualquier política de prevención de los asesinatos a manos de las parejas no está funcionando. Aparte, los números de asesinatos “machistas” son anecdóticos si los comparamos con los suicidios y ahí parece que no se está haciendo prácticamente nada para prevenirlos. Esos 1.000 millones que piden Irene y cía. podrían sufragar el gasto de muchos más psicólogos en la SS, campañas de concienciación y prevención, etc. Pero cuando entra la política en la habitación, sale el pragmatismo por la ventana.
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Me explico: si la gran mayoría de asesinatos fueran cometidos por personas nacidas, criadas y educadas en España, podríamos concluir que hay un serio problema en nuestra sociedad y en cómo se está educando a los niños. Y en ese caso es el Ministerio de Educación el que debería intervenir y tener un programa en todas las escuelas para atajar esta lacra violenta. Si resulta que la mitad de los crímenes los cometen hombres criados y educados en otras sociedades con valores distintos a los nuestros, entonces el problema es otro.
Dicho esto, y sin querer desdramatizar lo terrible que es cada muerte que se produce a manos de la pareja, llevamos más de una década donde las variaciones de víctimas de año en año son mínimas. Es decir, que cualquier política de prevención de los asesinatos a manos de las parejas no está funcionando. Aparte, los números de asesinatos “machistas” son anecdóticos si los comparamos con los suicidios y ahí parece que no se está haciendo prácticamente nada para prevenirlos. Esos 1.000 millones que piden Irene y cía. podrían sufragar el gasto de muchos más psicólogos en la SS, campañas de concienciación y prevención, etc. Pero cuando entra la política en la habitación, sale el pragmatismo por la ventana.