#5 No estoy del todo de acuerdo, te explico; cuando yo me casé era lo que hacían prácticamente todas las mujeres, hacerlo y quedarse en su casa, no conté con el factor X, mi ex no estaba por la labor, así que además de en mi casa tuve que trabajar fuera, yo que hasta ese momento ni me había hecho la cama porque tenía quien me la hiciera pero, luego está la resiliencia y el pragmatismo, tienes que adaptarte y coger las cosas como vienen dando lo mejor que llevas dentro, pase de tener quien me lo hacía todo a tenerlo que hacer yo, fui madre, dependienta, niñera, cocinera, enfermera cuidadora, limpiadora, amante... Y todo ese sin fin de labores que se hacen en una casa, todo ello mezclado con malos tratos psicológicos y físicos, hasta que me harte, pero aprendí una cosa, mi felicidad depende de mi misma, no de los demás, hoy soy feliz y vivo sola, no necesito a nadie, no tengo dueños, no tengo a nadie que me diga que hacer y cuando, no tengo una religión que me prohíba, porque no tengo ninguna, no tengo vicios y con eso me refiero a que deje el tabaco, que era el único que tenía, hace muchos años, esos "amos" que tiene mucha gente, como el fumar, o la droga, o el alcohol o la dependencia de alguien no los tengo, soy libre y no sabes lo que me gusta mi libertad.
#8 Por supuesto, la felicidad debe depender de uno mismo, eso es por descontado. Si hacemos depender nuestra felicidad de otras personas, lo más probable es fracasar.
De hecho, mi comentario anterior incluye implícitamente esa cuestión, ya que es la personalidad de la persona la que hará que eso sea así, o no, o incluso pueda rectificar posturas equivocadas.
#10 Pues debo de tener la personalidad correcta porque todos los vecinos están en mi contra y eso que no trato con ninguno, ellos entre sí se pelan, pero son amigos, yo voy a la mía y soy feliz.
De hecho, mi comentario anterior incluye implícitamente esa cuestión, ya que es la personalidad de la persona la que hará que eso sea así, o no, o incluso pueda rectificar posturas equivocadas.