#20 No creo que de la administración central salga dinero para los toros: las cosas folclóricas (toros, gaitas, museos del traje, idiomas y pseudoidiomas regionales...) suelen depender de las autonomías y los ayuntamientos.
Uno de los problemas de los ayuntamientos es que los alcaldes tienen que pasar por ser uno de los habitantes y vivir rodeados de ellos. Claro, imagínate vivir cuatro años rodeado de garrulos a los que has prohibido perseguir toros con el landrover, rifar una puta para los quintos o tirar una cabra del campanario... ríete de As Bestas. Eso condiciona mucho la política municipal.
#30 ¿Al central, con cargo a los PGE? Esto es una casa putas y ya me espero cualquier cosa, pero en principio "cultura" suele ser un chiringuito autonómico.
De todas formas, sigo en las mismas: la tauromaquia sólo existe porque no la tienen que pagar los taurinos.
#31 Pues mira que no, del mismo modo que "cultura" paga películas infumables y encima de pagarlas de nuestros bolsillos, las pagamos en el cine o nos llaman piratas si las descargamos, desde tiempo inmemoriales con la barbarie de los toros, que en principio estaba extendida por casi toda Europa, pero mientras en el resto de la UE se fueron extinguiendo aquí, que tenemos menos por por los animales persisten, parece que nos gana la violencia, la sangre y la muerte.
#8 Por supuesto: sólo la izquierda maneja dinero público.
Tú debes ser muy joven y no te acordarás, pero, en la época de Rajoy, a los proveedores de las administraciones se les pagaba con arrobas de vino y celemines de trigo, y a los funcionarios destinados en el limes les pagaban con sal.
En la administración de sitios remotos donde gobierna la derecha, como Madrid, sigue siendo así: ¡dos bueyes, cuatro gansos y cien libras de queso de cabra han pagado por remodelar la línea 1 del Metro! Una locura: luego suben el diezmo, claro.
Uno de los problemas de los ayuntamientos es que los alcaldes tienen que pasar por ser uno de los habitantes y vivir rodeados de ellos. Claro, imagínate vivir cuatro años rodeado de garrulos a los que has prohibido perseguir toros con el landrover, rifar una puta para los quintos o tirar una cabra del campanario... ríete de As Bestas. Eso condiciona mucho la política municipal.
De todas formas, sigo en las mismas: la tauromaquia sólo existe porque no la tienen que pagar los taurinos.
Tú debes ser muy joven y no te acordarás, pero, en la época de Rajoy, a los proveedores de las administraciones se les pagaba con arrobas de vino y celemines de trigo, y a los funcionarios destinados en el limes les pagaban con sal.
En la administración de sitios remotos donde gobierna la derecha, como Madrid, sigue siendo así: ¡dos bueyes, cuatro gansos y cien libras de queso de cabra han pagado por remodelar la línea 1 del Metro! Una locura: luego suben el diezmo, claro.