#39 Belarra no ha atinado en usar la expresión "pleno derecho", Gisbert tiene razón en eso. Pero, canástos, no hay que ser jurista para gobernar y las leyes se deben adaptar a la ideología y no al revés (las leyes son ideología vieja). A Belarra la entendemos perfectamente lo que quiere, y no necesariamente es malo. Los niños tienen derechos. Tienes el derecho a tu integridad física, a cualquier edad, aunque no tengas capacidad de raciocinio para mantenerla, el Estado te impone ese derecho. De modo que si los padres pretenden mutilarte (el clítoris, la pilila ya tal...) están infringiendo tu derecho a tu integridad. Es en ese sentido en el que habla Belarra que, como buena comunista, entiende que es el Estado el que vela por la integridad del individuo, por su bienestar, etc, es el Estado el que tiene que velar por tus derechos, seas adulto, seas niño. Y uno de esos derechos es la libertad. Que el Estado vele por tantas cosas es lo que Gisbert considera un error. Y es un error... o no. Las instituciones burocratizadas como un Estado pueden hacer las cosas muy mal si lo que buscan sus dirigentes es construir una estación espacial de combate, pero son las únicas que pueden hacer las cosas bien a lo grande, por eso todo movimiento que tiene en mente "un bien general" busca controlar el Estado. Nuestros Estados tienen constituciones humanistas y modernas, mantienen bastante a raya lo de dedicarse a construir estaciones espaciales de combate. Si bien ese punto aún es muy mejorable, nuestros Estados son ahora mismo los únicos garantes de nuestros derechos, y por tanto de nuestra la libertad frente a las corporaciones, los jefes, los padres, la familia, la etnia, las sectas, las mafias o los entornos ideológicos violentos donde hemos nacido (ver entorno de ETA), porque (y aquí Gisbert pasa de puntillas), los padres también pueden ser unas buenas piezas, os lo digo yo que vivo rodeado de gitanos. Y el grupo social más íntimo siempre es la más implacable dictadura, precisamente porque nos tiene agarrados por nuestras pasiones y afectos, y esa dictadura se puede llevar bien y es espléndida cuando se lleva bien, o ser un infierno, depende de la familia o la etnia que te toque y dé tus características (ver chicos gays en familias de cristianos evangélicos). Pero ahí esta el Estado para protegerte si resulta ser un infierno, y esto lo vemos todos los días con mujeres o chicas que buscan ayuda en la policía y servicios sociales para huir de ser víctimas de maltrato o abusos sexuales de sus maridos o de sus padres o familiares, o por estar a punto de ser casadas a la fuerza o sufrir "crímenes de honor" por parte de sus padres o hermanos o, como en el caso de los bebés, ser víctimas de mutilación genital.