Es una locura lo que se pretendía hacer, vender carne contaminada sin control. Sin embargo el discurso de la derecha es fuerte y cala bien entre sus adeptos. Solo tienen que decir: “los comunistas quieren que no comamos carne y arruinar a los ganaderos. Ellos sí van comiendo chuletones por ahí, pero quieren que nosotros comamos insectos”.
Algo así pasa con Doñana, y la mayoría de la gente les apoya.
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Algo así pasa con Doñana, y la mayoría de la gente les apoya.