Estas cosas nos ofenden cuando le ocurren a un occidental. Mientras tanto nos la sudaban los latigazos, la cabra y la cárcel.

Primero porque son sus costumbres, segundo porque no hemos tenido a ningún medio que nos señalara el problema y tercero porque los que sufren esta lacra no son occidentales.

Por otro lado, todos los que hemos visitado indonesia, sabemos como se suelen comportar los turistas, especialmente los anglos por esas tierras. El respeto a la cultura local suele ser anecdótico y no tienen reparos en convertir sus visitas en parques temáticos de borrachera y falta de respeto hacia las mujeres.

Por último recordar que hay que saber un poco donde va uno antes de hacer el cabra (nunca mejor dicho) por el mundo.