1 - Los delincuentes nacidos en el extranjero están sobrerrepresentados con respecto a la población extranjera que hay: tenemos un problema con la gente a la que permitimos entrar en el país.
2 - No debería haber ningún extranjero con antecedentes penales en España. A los delincuentes españoles no podemos echarles (por ejemplo, a una isla en el culo del mundo... llamémosla "Australia"): a los extranjeros sí. No tiene ningún sentido que permanezcan aquí.
3 - Si son delincuentes reincidentes que han podido optar a la nacionalidad española, tenemos un problema con la gente a la que permitimos obtener la nacionalidad española.
#12 El punto 1 no me lo creo, pienso que es una creencia producto de la propaganda ultraderechista. El punto 2 es mera opinión, puedo estar más de acuerdo, o menos de acuerdo, pero debo pensar que se aplican las leyes existentes. El punto 3 es otra opinión, en este caso partiendo de un condicional, por tanto será o no será.
Por ejemplo, 2021: un 11,33% de la población residente recibe el 24,79% de las condenas por delitos. Lo mismo se cumple para cada año desde que publican registros de condenados.
Creo que no me he equivocado (sólo he sacado las sumas de extranjeros y los porcentajes, el resto son los datos tal cual).
Si nos fuéramos a nacionalidades concretas se notaría la diferencia mucho más (hay nacionalidades residentes en España que apenas delinquen, y otras delinquen mucho más que el resto).
Y esto distinguiendo por nacionalidad; si distinguiéramos por lugar de nacimiento, la diferencia sería mucho mayor al incluir a inmigrantes nacionalizados que delinquen.
#14 Ok., pero no voy a estar pensando que todos los extranjeros son escoria, amigo. La policía está ahí para intentar evitar la delincuencia, y las leyes están ahí para aplicarlas.
Pero los datos nos permiten deducir que sí existe una correlación entre inmigración y delincuencia. No los prejuicios que podamos tener: los datos. Y hay datos (contando a los inmigrantes nacionalizados, o a las segundas generaciones, o segmentando por origen concreto, o fijándonos en los casos más graves que terminan en prisión) que nos muestran un problema peor todavía.
Un problema que no se afronta no se resuelve solo: se vuelve más difícil de resolver o empeora.
Al final éste va a terminar por no ser un problema de delincuencia y seguridad, sino de integración, y en última instancia de supervivencia del Estado. Que es lo que podemos ver en otros países que llevan décadas cometiendo los mismos errores que nos empeñamos en cometer aquí (como no afrontar el problema porque nos parece "propaganda xenófoba").
#18 Es que yo personalmente no veo el problema, trato con toda clase de personas y no veo que haya tanto problema como para crear alarma ni nada. Repito, está la policía, que actúa, y están las leyes, que se aplican. ¿Que existirán dificultades en perseguir el delito? Pues sí.
Cada vez que ves una noticia en la que alguien que tenía una orden de expulsión que no se ha materializado comete un delito, significa que no se ha cumplido la ley: esa persona tenía una orden para abandonar el territorio español y no lo ha hecho.
Salen a la luz los casos que cometen un delito grave: pero hay muchísima gente pululando por ahí con una orden de expulsión que no se cumple.
Faltan medios, falta interés y falta la colaboración de los países de origen (a los que se tendría que obligar a hacerse cargo de sus nacionales: España lo hace cuando son españoles los que delinquen en el extranjero).
#17 Empezando por no adoptar una postura firme frente a otros países: la frontera debe respetarse, y las relaciones con otros países deben ser de respeto mutuo (no como las que tenemos con Marruecos desde hace décadas).
Un Estado que no puede ni siquiera garantizar eso tiene problemas más graves que la delincuencia.
A partir de ahí, el resto. Y en cuanto a las prioridades: los CIE sólo generan mala prensa, y la deportación de un butronero argelino no es algo que se pueda inaugurar ni dé margen a otorgar contratos de 15.000€...
#21 Ojalá eso pudiera ser posible, pero en un mundo tan imperfecto y peligroso es una utopía, ha de protegerse la integridad territorial y regular el tránsito de personas.
1 - Los delincuentes nacidos en el extranjero están sobrerrepresentados con respecto a la población extranjera que hay: tenemos un problema con la gente a la que permitimos entrar en el país.
2 - No debería haber ningún extranjero con antecedentes penales en España. A los delincuentes españoles no podemos echarles (por ejemplo, a una isla en el culo del mundo... llamémosla "Australia"): a los extranjeros sí. No tiene ningún sentido que permanezcan aquí.
3 - Si son delincuentes reincidentes que han podido optar a la nacionalidad española, tenemos un problema con la gente a la que permitimos obtener la nacionalidad española.
El punto 1.
Datos del INE, obtenidos ahora mismo, correspondientes al periodo 2013-2021.
Población española y extranjera:
www.ine.es/up/WFG3P3jAi2
Condenados por algún delito según nacionalidad:
www.ine.es/up/g7Afp1M1iS
Por ejemplo, 2021: un 11,33% de la población residente recibe el 24,79% de las condenas por delitos. Lo mismo se cumple para cada año desde que publican registros de condenados.
Creo que no me he equivocado (sólo he sacado las sumas de extranjeros y los porcentajes, el resto son los datos tal cual).
Si nos fuéramos a nacionalidades concretas se notaría la diferencia mucho más (hay nacionalidades residentes en España que apenas delinquen, y otras delinquen mucho más que el resto).
Y esto distinguiendo por nacionalidad; si distinguiéramos por lugar de nacimiento, la diferencia sería mucho mayor al incluir a inmigrantes nacionalizados que delinquen.
Pero los datos nos permiten deducir que sí existe una correlación entre inmigración y delincuencia. No los prejuicios que podamos tener: los datos. Y hay datos (contando a los inmigrantes nacionalizados, o a las segundas generaciones, o segmentando por origen concreto, o fijándonos en los casos más graves que terminan en prisión) que nos muestran un problema peor todavía.
Un problema que no se afronta no se resuelve solo: se vuelve más difícil de resolver o empeora.
Al final éste va a terminar por no ser un problema de delincuencia y seguridad, sino de integración, y en última instancia de supervivencia del Estado. Que es lo que podemos ver en otros países que llevan décadas cometiendo los mismos errores que nos empeñamos en cometer aquí (como no afrontar el problema porque nos parece "propaganda xenófoba").
Y que vamos camino de perder el control de zonas enteras como ya ha sucedido en otros países.
No, no se aplican las leyes.
Cada vez que ves una noticia en la que alguien que tenía una orden de expulsión que no se ha materializado comete un delito, significa que no se ha cumplido la ley: esa persona tenía una orden para abandonar el territorio español y no lo ha hecho.
Salen a la luz los casos que cometen un delito grave: pero hay muchísima gente pululando por ahí con una orden de expulsión que no se cumple.
Faltan medios, falta interés y falta la colaboración de los países de origen (a los que se tendría que obligar a hacerse cargo de sus nacionales: España lo hace cuando son españoles los que delinquen en el extranjero).
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Un Estado que no puede ni siquiera garantizar eso tiene problemas más graves que la delincuencia.
A partir de ahí, el resto. Y en cuanto a las prioridades: los CIE sólo generan mala prensa, y la deportación de un butronero argelino no es algo que se pueda inaugurar ni dé margen a otorgar contratos de 15.000€...